Fischer y Bufano: la causa judicial

Apel


El 13 de diciembre de 1974 los compañeros Jorge Fischer y Miguel Bufano, militantes de Política Obrera, fueron secuestrados cuando se retiraban de la fábrica Miluz, de la cual eran miembros de la Comisión Interna. Dos días después sus cadáveres aparecieron en Avellaneda, con sus ropas cambiadas y envueltos en una bandera del ERP. Sus cuerpos fueron atravesados por más de 40 balas. Tenían 23 y 25 años.


 


Sus homicidios son uno de los 681 casos por los que se formaron incidentes en la causa conocida como “AAA o Asociación Anticomunista Argentina”, que investiga la “asociación ilícita creada por el ex ministro de Bienestar Social  José López Rega, que tenía como objetivo la realización de diversos delitos como homicidios, lesiones, amenazas,  que aparentemente inicio su actividad el 21 de noviembre de 1973 en oportunidad del atentado que sufriera el Senador Nacional de la Unión Cívica Radical…”.


 


Como se puede apreciar, el objeto de la investigación deja  totalmente de lado el rol histórico y la responsabilidad política tanto de Perón como de Isabel Martínez de Perón. 


 


Esta causa se inició hace casi 40 años, el 11 de junio de 1975, por una denuncia efectuada por el Dr. Miguel A. Radrizzani Goñi, abogado defensor de la agrupación Montoneros, en la que denuncia a López Rega como integrante del Comando General de las AAA. Fue cerrada a solicitud del fiscal Dr. Julio Cesar Strassera –el mismo que actuaría luego en el Juicio a las Juntas-, quien dispuso el sobreseimiento provisional del sumario en 1981.


 


En 1983, el sumario se reabrió a partir del vínculo de la Triple A con la banda de Aníbal Gordon. En ese momento, el padre de Miguel Bufano, patrocinado por Juan Carlos Capurro, se presentó instando la investigación del homicidio de su hijo y sufrió amenazas por esa presentación.


 


En 1989 se declaró la extinción de la acción penal por el fallecimiento de José López Rega.


 


En febrero del 2006 se reabrió el sumario con la investigación del secuestro y desaparición de los ciudadanos uruguayos Daniel Banfi , Luis Latrónica y Raul Laguzzi, declarando la cámara a los delitos cometidos por la Triple A como de Lesa Humanidad e imprescriptibles.


 


El Partido Obrero y Viviana Asrilant, viuda de Jorge Fischer,  se presentaron como querellantes e impulsaron el expediente.El juez Norberto Oyarbide dilató el avance de la causa hasta que en el 2009 la Cámara de Apelaciones le ordenó impulsar la investigación.


 


Se incorporó tanto la investigación original de 1974, como el legajo impulsado por el padre de Bufano de 1983.


 


La investigación de los crímenes de la Triple A no avanzó en 40 años fundamentalmente porque lleva a Juan Domingo Perón, mentor e impulsor de esta banda fascista, e involucra a la casta de la burocracia sindical y a la Policía Federal.


 


 


La investigación


 


La principal hipótesis de la causa señala que Fischer y Bufano fueron secuestrados por el grupo operativo de la Triple A dirigido por Carlos Villone, del que eran parte los custodios de López Rega, Rodolfo Almirón y Edwin Farquharson, y un importante número de agentes de la Federal y de personal dado de baja de dicha fuerza.


 


El gerente de Recursos Humanos  de Miluz, Alberto Abeigon, era amigo personal del comisario Alberto Villar, de la Policía Federal, y “le comentó sobre los problemas y sabotajes que había en la fábrica”. En 1974 ingresaron a la planta varios agentes de la secretaría de inteligencia. Un gerente que había ingresado pocos meses antes del asesinato –y que se borraría pocos días después- habría sido el entregador, ya que fue quien citó a Fischer y Bufano al servicio médico de la empresa el día del secuestro. Varios testigos declararon haber visto en el puesto policial de avenida Del Tejar y General Paz los autos en los que se los llevaron.


 


Jorge Fischer, que era el secretario general de la comisión interna de Miluz, había sido amenazado directamente por la burocracia de Pedro Zambeletti, secretario general del gremio de la pintura entonces y aun hoy, 40 años después.


 


En la causa esta adjuntado un volante escrito por los hombres de Zambeletti en la fábrica que reza “Señor Marxista o Fischer…, sepa que ningún peronista puede estar en la causa de un marxista clandestino y perseguido como Ud. por la Justicia que reniega de todo lo obrero y la Nación… pero todo tiene su castigo la justicia divina de los hombres será implacable con Usted y su gavilla de tarados útiles”. A pesar de estas constancias, la investigación no considera ahondar en la responsabilidad criminal de la burocracia.


 


Nuestro desafío es exponer el vínculo que existió entre la burocracia sindical, la gerencia de Miluz, la Triple A y la Federal en el crimen de Fischer y Bufano, como lo hicimos en el juicio de Mariano Ferreyra con Pedraza, Ugofe, los funcionarios y la policía, y señalar la responsabilidad política del gobierno peronista. Existe una continuidad histórica en la lucha de nuestro partido que reivindicamos orgullosamente. 


 


Fischer y Bufano, presentes. Ahora y siempre.