PUEBLOS ORIGINARIOS

Formosa: brutal represión a wichis por parte del gobierno de Insfrán

El pasado 7 de noviembre un grupo de originarios wichi, de la localidad de Pozo De Maza, provincia de Formosa, fue brutalmente reprimido por la policía del gobernador Gildo Insfrán: hubo heridos y 11 detenidos. La represión se dio frente al reclamo de algo tan esencial como el agua, cuando son varias las comunidades de la zona afectadas por esta necesidad.

Los reclamos de los pobladores de la región por el agua son de larga data, por lo menos de hace 12 años. Vienen pidiendo por la realización de perforaciones a bombeo, ni siquiera estarían hablando aquí de la exigencia de la instalación de la red de agua potable. En varias oportunidades, funcionarios municipales y provinciales se habrían comprometido a dar una solución pero nunca se concretaron las perforaciones. Este incumplimiento, por parte del gobierno, llevó a los originarios a la toma de la planta de agua como medida para hacerse oír.

También hubo, un tiempo atrás, un corte de ruta en el paraje Pocito, sin lograr conseguir lo pedido. Denuncian desde esa comunidad la falta total de agua: “En la escuela cocinan para los niños con agua de un pozo estancado”, denunciaron.

Tengamos en cuenta que a la falta de infraestructura se le suma una grave sequía que atraviesa la región, estando comprometida toda la provincia de Formosa. Bajo esta situación, la zona oeste de la provincia es de las más complicadas.

Sin embargo, nada de esto parece importar al gobierno de Insfrán, que en lugar de cumplir con las perforaciones prefiere mandar a la policía. A los reclamos por los graves problemas estructurales, después de 30 años en el gobierno, responden con palos, balas de goma y la cárcel.

En estos momentos crecen la preocupación por el estado de salud y la situación judicial de los detenidos, ya que estos fueron trasladados a comisarías de otras localidades y estarían severamente lastimados, según declararon miembros de la comunidad.

Desde el Partido Obrero reclamamos la libertad de los detenidos, el cese de las represiones y de la criminalización de la protesta social, sobre  todo de aquellos reclamos por las necesidades básicas para vivir como es el agua. Por un plan de infraestructura que ponga fin a este estado de necesidad y el urgente abastecimiento de agua potable para toda la zona.