El domingo 9 de diciembre fue un nuevo capítulo trágico en la lucha del pueblo Qom. Celestina Jara y su nieta, de menos de un año, perdieron la vida al ser atropelladas por un gendarme. La prensa local y el gobierno tratan de hacerlo pasar como un “accidente”, pero se trató de un hecho intencional y con saña.

La Primavera, Nam Qom, y todas las comunidades originarias del interior de la provincia de Formosa están siendo víctimas de una verdadera caza de brujas. La gran especulación con los precios de la tierra y la expansión de la frontera de las plantaciones transgénicas de soja y algodón han puesto a todo el aparato represivo de nación y provincia a la ofensiva, para apropiarse de las tierras que los Qom vienen habitando y trabajando desde hace años. Varios compañeros han sido asesinados y torturados como si fueran animales mediante la represión directa o con métodos parapoliciales. Los “accidentes de tránsito” dudosos son moneda corriente: en noviembre de 2010, un día después de la sangrienta represión en La Primavera, un policía atropelló al dirigente Roberto López y lo mató. Hace pocos días, Félix Díaz sufrió la embestida de una camioneta pero pudo esquivarla.

Exigimos juicio y castigo a Gildo Insfrán y a todos los responsables de esta masacre contra el pueblo Qom