A 10 años del asesinato de Mariano Ferreyra, queremos recordar que uno de los imputados en la causa fue el ex comisario Hugo Lompizano, un actor clave en el operativo policial que liberó la zona para que la patota criminal actuara impunemente. Desde su rol al mando de la Dirección General de Operaciones -encargada de registrar el operativo de la Policía Federal- fue el responsable político de no impedir el crimen de Mariano y las graves heridas a Elsa Rodríguez, dejando actuar a la patota de José Pedraza. También se desempeñaba como superintendente

Pero, además de ser un agente de importancia dentro de la fuerza policial, se desempeñaba también como docente en el ISEF Nº 1 “Dr. Enrique Romero Brest” en un cargo de regente de prácticas del turno noche y como profesor de la asignatura “Gimnasia Artística”. Su implicación en el asesinato de Mariano Ferreyra, junto a otros antecedentes vinculados a su participación en el desalojo y represión del Parque Indoamericano en 2011, así como el encubrimiento de redes de trata y prostíbulos en la Ciudad de Buenos Aires (Página 12, 17/3) fueron el motivo de una gran campaña para exigir que una persona con este prontuario no debiera ni pudiera estar a cargo de formar a futurxs profesores de Educación Física en uno de lo más importantes institutos de todo el país.

La complicidad de Lompizano respecto al asesinato de Mariano no fue pasado por alto y desató una tenaz lucha desde el Centro de Estudiantes del Romero Brest, los gremios docentes y diversos organismos de DD.HH. que exigieron la separación inmediata de Lompizano ya que expresó de forma condensada lo que representa lo que es el accionar de la fuerza policial, funcional al delito organizado, las patotas sindicales y la represión a los reclamos populares.

El crimen de Mariano conmovió una fibra muy íntima en la sociedad y como parte de la enorme lucha por el juicio y castigo a los responsables, Lompizano fue imputado por “responsable del delito de abandono de persona agravado” según la sentencia dictada por la jueza Wilma Lopez, junto a otros siete policías, al Secretario General de la Unión Ferroviaria, José Pedraza y otros autores políticos y materiales del asesinato. Finalmente, fue condenado a dos años por su participación en este hecho.

También, como producto de los reclamos de la comunidad educativa tanto el claustro docente como el Centro de Estudiantes, sindicatos docentes y organizaciones de derechos humanos, Lompizano fue reubicado para cumplir tareas administrativas en la sede de un distrito escolar por parte de la Subsecretaría de Gestión Educativa y Coordinación Pedagógica (Mayo de 2013) dejando de asistir al Romero Brest.

En 2014, intentó reingresar al ISEF Nro 1 a través de un concurso docente, lo que nuevamente motivó la indignación generalizada porque resulta inadmisible que alguien sobre el que pesan delitos graves contra los derechos humanos, tuviera oportunidad de regresar a la formación docente. Incluso, más recientemente, a pesar de su condena, desde el Ministerio de Educación de la Ciudad y el Rectorado del ISEF 1 quisieron entregarle una medalla en reconocimiento a los 25 años años de docente, lo que causó un gran rechazo en la comunidad educativa y Lompizano no pudo acceder a la institución.

 

Por eso a diez años del cobarde asesinato a Mariano y la enorme complicidad policial con la que contó la patota de Pedraza volvemos a decir ¡Fuera Lompizano de la Formación Docente! ¡Mariano Ferreyra presente!