En la madrugada del domingo para el lunes fue asesinado por la Prefectura Cristopher “Bocha” Rego, en Monteagudo y Ancaste. Su delito fue no haberse detenido con su camioneta en un retén armado por personal no uniformado de Prefectura.

Bocha era un pibe de tantos de Parque Patricios, de 26 años, ex alumno del Bernasconi, fana de Huracán, laburante, con un bebé de 40 días. La camioneta, su medio de vida para hacer repartos de carne, se la había comprado hace pocos días a otro amigo del barrio y todavía no tenía hecha la transferencia. Quizás por eso no paró, quizás porque no sabía si no se trataba de un asalto. Lo mataron al estilo Prefectura, como a Rafael Nahuel, con dos tiros por la espalda. Como dijo Luana, su viuda, si querían detenerlo bastaba con tirar a las ruedas.

Fueron 8 los prefectos que participaron del operativo. Con Bocha todavía agonizante y la camioneta chocada contra un árbol su única preocupación fue tratar de ocultar las huellas del crimen, recoger las vainas servidas de los disparos. Lo dejaron desangrarse y morir. No dieron parte del “operativo” ni informaron nada a nadie.

De todas maneras quedaron escrachados por testigos y varias cámaras de seguridad. No pudieron tapar nada de su bestialidad. Hoy sus compañeros se dedican a apretar a los testigos (Alguien de la fiscalía filtró los datos).

Este miércoles cientos de vecinos respondimos a la convocatoria de la familia exigiendo justicia por Bocha. Espontáneamente muchos vecinos y amigos pusieron el dedo en la llaga. La visita de la Bullrich a Chocobar estaba presente para todos. A voz en cuello se reclamó la renuncia de la ministra del gatillo fácil, se gritó con fuerza que el estado es responsable, la bronca contra el gobierno estaba a flor de piel.

Desde el Partido Obrero nos hicimos presentes con una delegación y con el legislador Gabriel Solano. Está en formación una comisión amplia del barrio para exigir Justicia por este crimen.