El 11 de marzo, el tribunal que juzgó al suboficial Jorge Villegas, de la policía de Río Negro, por el asesinato del joven Pablo Vera en septiembre de 2014, votó por unanimidad la pena de cadena perpetua para el acusado y su encarcelamiento inmediato.

Se logró así una gran victoria de la movilización popular, impulsada por la Coordinadora Antirrepresiva 13 de Enero -que integran diversas organizaciones sociales y políticas- y que acompañó desde el primer día a una familia que nunca bajó los brazos.

El primer éxito de esta persistente movilización fue salirle al paso y contrarrestar la fuerte campaña de estigmatización de Pablo en particular y “de los jóvenes de los barrios” en general, impulsada tanto desde el Juzgado de Instrucción como desde la prensa patronal de nuestra provincia.

El punto más alto y grave de esta campaña se produjo el 29 de noviembre de 2014, cuando la policía reprimió brutalmente, con gases y balas de goma, la marcha de repudio a la resolución de la Cámara 1ª -que determinó que Villegas esperase el juicio en libertad- desatándose una cacería humana que culminó con más de 50 heridos y 24 detenidos (entre ellos una mujer embarazada y niños de 10, 11, 14 y 17 años).

La mayoría de ellos fueron apaleados en los calabozos de la comisaría 21ª, donde sufrieron todo tipo de vejaciones. La rápida movilización solidaria que se concentró en las puertas de las comisarías donde estaban los detenidos -y que se mantuvo toda la noche- puso un límite a la golpiza y logró la libertad de los detenidos, instruyéndose una causa paralela que aún debe ser elevada a juicio.

Durante las audiencias, la Coordinadora y otras organizaciones solidarias garantizaron una radio abierta frente a los Tribunales y la permanente movilización de decenas de militantes y luchadores sociales, destacándose la presencia de numerosos familiares de casos de gatillo fácil y desaparición de personas en la región (Matías Casas, Daniel Solano, Carlos Painevil, entre otros).

Estos volvieron a hacerse presentes durante la lectura de la sentencia, junto a Nora Cortiñas, a la madre de Luciano Arruga, al hermano de Darío Santillán y a la diputada del FIT neuquino, la compañera Patricia Jure.

Al cierre del acto frente a los Tribunales con el que culminó la jornada, Jure saludó la victoria obtenida e instó a no bajar los brazos, “ya que la corporación policial va a seguir bregando para anular la sentencia, o mitigar sus alcances. Ya lo vivimos en Neuquén con el crimen del maestro Fuentealba, cuyo ejecutor material, el cabo Barrientos, pese a estar condenado judicialmente se paseaba por los shopping; o en el caso de nuestro compañero Mariano Ferreyra, con el responsable ideológico de su crimen, José Pedraza, beneficiado con el arresto domiciliario en jaula de oro”.

Nora Cortiñas, por su parte, instó a “utilizar esta victoria para fortalecer la lucha por la plena vigencia de los derechos humanos y el juicio y castigo a sus violadores, convocando a marchar este 24 de Marzo contra la impunidad de ayer y de hoy”.

El acto terminó con todos los presentes coreando: ¡Pablo Vera, presente! ¡Nunca más gatillo fácil! ¡30.000 compañeros desaparecidos, presente! ¡Ahora y siempre!