Huelga de hambre en cárceles bonaerenses por comida y por modificaciones a la ley de ejecución penal

Desde el viernes pasado comenzaron a realizar huelga de hambre en varias unidades correspondientes al Servicio Penitenciario Bonaerense, producto de que el gobierno de Vidal dejó de pagar hace dos semanas el servicio de viandas que alimenta a las personas privadas de su libertad, obligando a la población carcelería a alimentarse con la comida que reciben a través de sus familiares. Dicha medida alcanza a 3.000 detenidos y se sigue extendiendo a más unidades penitenciaras


Se trata de las unidades 35 de Magdalena, 1 de Olmos, 23 y 32 de Florencio Varela,  21 y 41 de Campana,  6 de Dolores, U.17 de Urdampilleta, 46 y 48 de San Martín,  33 de Los Hornos,  12 de Junín y los buzones de la 43 de La Matanza.  En Sierra Chica y en la Unidad 31 incluso existieron disturbios con las fuerzas de seguridad. En las últimas horas se sumó a la huelga el penal de Devoto perteneciente al Servicio Penitenciario Federal.


Por otra parte, denuncian la situación de hacinamiento, sobrepoblación, nula asistencia médica, condiciones edilicias deficientes, desidia judicial, escaso acceso a la educación y capacitación laboral, y centralmente por la arbitrariedad de la justicia bonaerense, por el excesivo número de prisiones preventivas (hoy el 50 % de las personas privadas de su libertad están en esta condición). También denuncian el rechazo por parte de los jueces de los pedidos de morigeración que son muy escasos a partir de la reforma a la ley de ejecución federal de hace dos años, lo que genera más retención del sistema de encierro.


La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y otros organismos de DDHH presentaron una medida cautelar en la Justicia platense por las denuncias de hambre y falta de provisión de alimentos, teniendo como respuesta del SPB la regularización de la cuestión alimentaria, pero esto no fue suficiente para que se levante la huelga, sino que por el contrario se siguen sumando más unidades a dicha medida.


Desde la CPM denunciaron: “Hay cárceles en donde alimentos indispensables faltan desde hace meses; es muy habitual la ausencia de frutas y verduras A y B por largos periodos. La carne y pollo, que debería proveerse todas las semanas, llega pocas veces. En algunas unidades penitenciarias, no hay queso desde hace un año. Leche, huevos, aceite o yerba pueden faltar por meses”.


Por otra parte, expresan: “el hacinamiento en las cárceles bonaerenses sobrepasa el 113%. Es el Estado quien continúa precarizando la vida de las personas privadas de su libertad, ya que desde hace décadas se encuentran en constante hacinamiento y la sobrepoblación bate records históricos a nivel nacional y, de manera brutal en la provincia de Buenos Aires. En un informe emitido por la CPM advierte esta situación, y también advierte la gran crisis carcelaria; sólo en el año 2018: 50.500 personas permanecían detenidas en las cárceles bonaerenses, con un faltante de 22 mil plazas carcelarias y 1000 camastros en las comisarías.”