En base a las filmaciones de las cámaras de televisión y de los presentes en la convocatoria, Registro Colectivo logró terminar de reconstruir no solo quién fue el gendarme que disparó a matar a Pablo Grillo, sino toda la práctica sistemática de la represión y la orden de los superiores de tirar a quemarropa, rompiendo todos los protocolos establecidos. Es una política criminal de Patricia Bullrich.

Finalmente se pudo saber que el autor material de los hechos fue el agente Guerrero, cabo primero de Gendarmería Nacional de la Unidad Móvil N°6 de la sección de empleo inmediato (SEI), y también comprobar que la principal responsable de que hoy Pablo esté peleando por su vida fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Las imágenes reconstruyen el momento del crimen desde varios ángulos. Gracias a esto y al trabajo de los peritos es que se pudo determinar de manera exacta desde dónde se ejecutó el disparo que atravesó la cabeza de Pablo. Un drone de TN muestra al tirador en el momento exacto en el que dispara la granada de gas, de manera horizontal y directamente a la cabeza del fotoreportero.

El detalle que posibilita identificar al agente específico es el color caqui de su uniforme, a diferencia del verde que prima entre los gendarmes o el azul de los federales, y además se ve como su superior le indica hacia dónde dirigir el disparo.

"Es evidente que el disparo de Guerrero que impactó en la cabeza de Pablo no fue un hecho aislado. Los disparos, realizados de modo horizontal, transgrediendo todos los manuales y protocolos, son reiterados y sistemáticos. En ese sentido, la responsabilidad política recae sobre el jefe de destacamento Móvil 6, comandante mayor Héctor Ferreira, quien a su vez reporta al jefe del comando Región I de la provincia de Buenos Aires, el comandante general Marcelo Fabián Porra Melconian. Todo este despliegue contó con la aprobación y supervisión del director nacional de la Gendarmería, comandante general Claudio Miguel Brilloni, quien estuvo presente el miércoles en el terreno de operaciones.

Luego de que se supiera quién fue el tirador, Patricia Bullrich salió a defender el accionar del gendarme: "tiró como tenía que tirar, no hubo ningún error", sostuvo la ministra. De esta forma, Bullrich confirma que la intención del operativo represivo criminal del miércoles tenía por objetivo lastimar gravemente a los manifestantes.

Nuevamente, queda claro que lo de Pablo Grillo no fue algo fortuito y lamentable, como quiere sostener la ministra y el resto de los funcionarios, es una de las consecuencias de la política criminal de Bullrich y del gobierno, que tienen por objetivo poner en juego la vida de todo aquel que se manifieste contra el programa de hambre oficial.

Exigimos que se esclarezca al caso, que se separen a los responsables y la renuncia inmediata de la ministra Patricia Bullrich que atenta brutalmente contra la integridad física de la población. El miércoles tenemos que volver a la calle contra este gobierno represor, no van a poder quebrar la movilización popular.

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