En reuniones con más 60 de organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas se decidió convocar a una movilización unitaria este martes 19 a las 9 horas para golpear a la política represiva y persecutoria del “emperador” Morales. La persecución nacional a las organizaciones piqueteras y sociales por parte de todo el arco político, medios y empresarios tiene en Jujuy su expresión más profunda.

Los 16 allanamientos de la Justicia de Morales, que le dan comienzo a una megacausa caratulada como “asociación ilícita”, son una escalada que eleva la criminalización de la protesta sistemática del gobernador en un intento de ilegalizar cualquier organización de trabajadores. Los abogados de las organizaciones pudieron acceder al expediente y en la foja 1 se ordena por escrito a la policía provincial infiltrarse mediante “grupos de trabajo” en todas las organizaciones sociales de la provincia. A lo largo de las fojas están los resultados de la infiltración con fotos e información de decenas de dirigentes sociales y políticos.

Que el Estado adopte políticas de espionaje a las organizaciones populares no nos sorprende si recordamos el “proyecto X” o el propio Berni entre los mineros de Río Turbio. Lo agravante es que la infiltración y espionaje aquí es ordenada por escrito desde el Poder Judicial.

Un frente único en defensa de la organización y lucha de los trabajadores

Frente a la gravedad planteada se conformó una unidad “táctica” de más de 60 organizaciones que tiene como principio vector darle un golpe al avance represivo de Morales y exigir el cierre inmediato de todas las causas contra dirigentes sociales y luchadores.

Se trata de un frente único democrático que de avanzar en sus objetivos coloca en mejores condiciones al conjunto de los explotados para enfrentar el ajuste capitalista del gobierno de los Fernández, Morales y el FMI.

En las reuniones de coordinación quedó expresado que la unidad no puede avanzar más que eso porque las organizaciones integradas al gobierno nacional (Movimiento Evita y el resto de la Utep) rechazan incorporar cualquier denuncia a la persecución nacional que lógicamente tiene como responsable al gobierno que ellos integran. Este debate se da a nivel nacional como lo explica Pitrola en una nota.

No se trata solamente de señalar que la persecución es una política de Estado que abarca a todos los partidos patronales, sino en una caracterización correcta del propio accionar de Morales. Cada paso que da el gobernador en acciones represivas y persecutorias son precedidas por ataques nacionales. Vale recordar que los encarcelamientos de los referentes de la unidad piquetera se dan luego de un ataque de todo el arco político a los piqueteros que acamparon 48 horas en la 9 de julio. Es indudable que el gobernador se envalentona a partir de las avanzadas nacionales y de la complicidad del PJ provincial.

Faltan los sindicatos

La movilización puede tener un alcance histórico por su valor cuantitativo, pero cuenta con el límite de la ausencia del movimiento obrero ocupado. Salvo el Seom, ningún sindicato adhirió a la convocatoria mostrando que las conducciones burocráticas oscilan entre la cooptación de Morales y el miedo a que una movilización de este calibre desborde a sus bases golpeadas por el ajuste y la pobreza.

Los trabajadores deben exigir a sus sindicatos que movilicen porque el ataque del estado a las organizaciones sociales busca un precedente frente a cualquier reclamo popular.

El Partido Obrero y el Polo Obrero plantean darle un alcance mayor a esta movilización conectándola con los reclamos más sentidos de los trabajadores. Por eso la importancia de realizar una campaña por el paro nacional y el plan de lucha para pelear por el salario y el trabajo contra el hambre y la pobreza.

El martes 19 tenemos la oportunidad de poner en pie un gran movimiento de lucha contra el ajuste y la represión de los gobiernos. A copar las calles.

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