Kicillof quiere de nuevo a Berni

Una alianza contra la protesta social.

Axel Kicillof y Sergio Berni.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en vísperas de que Sergio Berni jure como senador provincial, sostuvo que quiere la continuidad del ministro en el cargo que ejerce hace 4 años en la provincia, al mando de la cartera de Seguridad. El gobernador busca la permanencia de un fuerte brazo represivo sosteniendo a Berni, incluso a pesar del enorme repudio y polémica que levantó el ministro por el accionar criminal de la policía.

Recordemos que la bonaerense de Berni fue protagonista de represiones brutales como las de Guernica, donde desalojaron a miles de familias sin techo de un terreno para construir un country, y hasta quemaron y tiraron abajo las casillas con las pertenencias de la gente adentro; la de La Plata, en la cancha de Gimnasia, bajo un operativo policial que fue denominado como “inadmisible” por el propio gobierno provincial y que culminó con la muerte de un hincha; La de Panamericana, donde la bonaerense reprimió brutalmente a los choferes de la línea 60 que exigían aumentos de salarios y condiciones laborales; la represión a los vecinos de Ramos Mejía, que reclamaban seguridad, y la represión a estudiantes y docentes de Puente La Noria, que exigían condiciones dignas de cursada, por citar algunos ejemplos.

Queda claro que el objetivo de la bonaerense de Berni es desbaratar acciones de lucha de los trabajadores que reclaman contra el ajuste del gobierno provincial. El hecho de que Kiciloff busque la permanencia del ministro en el área de Seguridad vaticina que lo que se tiene en agenda es una profundización de ese programa, lo que llevará a nuevos choques sociales. Para eso, el gobernador prepara palos y balas de goma, es que el reforzamiento represivo es la única manera que tienen de intentar hacer pasar un programa tan antiobrero, no es casual que también lo propongan Bullrich y Milei.

Este reforzamiento represivo a su vez traerá aparejado el agravamiento de los problemas que viven las familias trabajadoras en los barrios, como el gatillo fácil, el delito organizado, donde la policía opera en connivencia con el narcotráfico, que se lleva la vida de los pibes más jóvenes, y con la trata de personas, que amenaza a niñas y mujeres.

Aquí también juega un papel destacado la bonaerense. Solo este mes, 6 policías fueron detenidos por brindarle protección a una banda de narcotraficantes y de iniciarle causas penales a la organización rival en el partido bonaerense de Florencio Varela. Lo hacían a cambio de 1.600.000 pesos mensuales. En agosto, el comisario mayor de la policía bonaerense, Daniel Aste, luego de presentar un “exitoso operativo” contra el narcomenudeo en Villa Gesell, fue acusado de integrar una asociación ilícita que, entre otras operaciones, le vendía cocaína a bandas criminales. En junio fue detenido el teniente primero Cristian Marcos Aguirre, que cumplía funciones en una comisaría de Malvinas Argentinas y le daba protección a bandas narco en una “zona caliente”. En Lavallol detuvieron a 4 policías bonaerenses por encubrir a una red de trata que también operaba con el narcotráfico, y son solo algunos ejemplos.

A su vez también es conocida, entre otras cosas, por un sin fin de detenciones arbitrarias y abusos policiales. Sin ir más lejos fue la protagonista de la desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro, y su posterior encubrimiento.

Los trabajadores nos enfrentamos a un escenario donde va a ser fundamental salir a defender nuestras conquistas, por eso es primordial enfrentar el reforzamiento represivo, que busca amedrentar la lucha y avanzar sobre las libertades democráticas. Fuera Berni.

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