El 29 de mayo, la querella de Justicia Ya! Buenos Aires solicitó al Tribunal Oral Federal N° 5, a cargo de Adriana Pallioti, Leopoldo Bruglia y Daniel Obligado, la ampliación de la acusación por los crímenes sexuales cometidos en el centro clandestino de detención Esma, respecto de 40 de los represores que están siendo juzgado por el genocidio en el marco de este tercer juicio.

 

Esta presentación fue reforzada por la fiscalía a cargo de Guillermo Friele y Mercedes Soiza Reilly, que también pidió se juzguen en este mismo juicio a todos los responsables de los delitos sexuales a los que fueron sometidas las compañeras secuestradas.

 

A 39 años de los hechos, y como consecuencia de la fragmentación y lentitud de los juicios, no hubo condenas por las violaciones y vejámenes sexuales que se produjeron en la Esma.

 

Arguyendo el derecho de defensa, los abogados defensores oficiales y privados echan mano de cualquier recurso, amenazando sobre realizar denuncias penales contra querellantes, fiscales y jueces del Tribunal. Como los genocidas, pretenden instalar el miedo en los actores del juicio, en las víctimas y los profesionales.

 

Son estos defensores los que realizan planteos que ofenden directamente a las víctimas, pidiendo, por ejemplo, que se someta a las víctimas a exámenes médicos y psicológicos.

 

La defensa oficial en este caso se queja de que no se haya citado a víctimas de abusos sexuales a declarar, pero con total malicia omite decir que estas compañeras no declararon porque a la fecha continúan desaparecidas.

 

La defensa oficial así trabaja. Con total malicia y decidido acompañamiento ideológico con el obrar genocida.

 

Concluido el segundo tramo del juicio Esma en 2010, se remitió al juzgado de instrucción a cargo del juez Sergio Torres, por los delitos sexuales cometidos contra 18 compañeras. Esa causa durmió el sueño de los injustos, encontrándose paralizada hasta el mismo día en que la fiscalía oralizaba la ampliación y una semana después de que Justicia Ya!  fundamentara en el juicio. Fue, entonces, cuando Torres llama a indagatoria a dos de los genocidas -“Tigre” Acosta y Alberto González Menotti- por las violaciones de una compañera.

 

Nosotros imputamos a 40 represores, contra dos que imputa Torres, y sólo por una compañera, cuando en esa causa hay muchas más. ¿Qué pasa con el resto de los genocidas y qué pasa con el resto de las compañeras? ¿Se mantendrá la situación de impunidad? ¿Es a eso que pretenden llevar la situación de las compañeras por las cuales peticionamos en este juicio? ¿Esperarán cuatro años más o esperarán que los medios de comunicación informen el punto muerto en el que está sometida la causa a partir de la denuncia realizada en nuestros pedidos de ampliación?

 

La fecha probable de resolución del Tribunal es el miércoles 3 de junio, el mismo día que miles de mujeres marcharán bajo la consigna Ni una Menos, lo que demuestra que la misoginia no cesó, sino que echó profundas raíces.