La década Cromañón

La complicidad de los K y de Macri


“No existe Levy sin Ibarra, ni Cirigliano sin Kirchner”. La jornada por los diez años de la masacre de Cromañón estuvo marcada por la denuncia implacable de los familiares y sobrevivientes acerca de la connivencia entre capitalistas y empresarios, y contra sus responsables políticos encarnados en los gobiernos de Aníbal Ibarra, los Kirchner y Mauricio Macri.


El texto leído en Plaza de Mayo sintetizó descarnadamente las conclusiones de una década de lucha. Reflejó la pelea contra todos los intentos por culpabilizar a las víctimas y victimizar a los culpables, hasta llegar a un juicio oral que impuso condenas mezquinas y que, en la mayoría de los casos, no resultaron de cumplimiento efectivo. Sobre la impunidad de Aníbal Ibarra, los familiares subrayaron la complicidad del gobierno nacional con el ex jefe de Gobierno porteño y el rol fundamental jugado por Alberto Fernández y Juan José Alvarez en el intento por rescatar su gestión. También, la continuidad de esa alianza política: “Tenemos la seguridad de que el kirchnerismo integrará en sus listas a Aníbal Ibarra para 2015, como lo hizo durante todos estos años”. Los familiares vincularon la masacre de Cromañón con la de Once, pero también con Beara, Kheyvis, las inundaciones de Santa Fe y La Plata. En definitiva, cabe agregar la “década ganada” de los K fue la del rescate de los vaciadores ferroviarios y de todas las privatizaciones del menemismo, la del envenenamiento de poblaciones enteras con agroquímicos y la de la precarización laboral en todas sus formas.


Respecto del gobierno de Macri, los familiares lo acusaron por el encubrimiento de “más de cien narcoprostíbulos identificados en la Ciudad”, por el incendio en el conventillo de La Boca y el del depósito de Iron Mountain, en Barracas, además del derrumbe del boliche Beara. “La ilegalidad y corrupción también sostiene a este gobierno”, afirmaron en su documento.


El texto recogió las banderas de todo el movimiento de lucha contra la impunidad y la represión que despunta a lo largo y ancho del país: los desaparecidos en democracia, el Proyecto X, Milani, y hasta los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Antes del documento de los familiares, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora) y Nilda Eloy (Asociación Ex Detenidos Desaparecidos) estuvieron a cargo de leer la adhesión y el saludo de organizaciones de derechos humanos, políticas, sociales y estudiantiles -entre otros, la Fuba, los organismos de derechos humanos del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, el Partido Obrero y varios partidos de izquierda. El texto recordó “el silencio del entonces presidente Néstor Kirchner y de su esposa, Cristina Fernández, durante los días posteriores a la masacre” y, asimismo, cómo “Ibarra se refugió en la Legislatura, bajo el paraguas de los bloques que responden al gobierno nacional (…) El mandato de Aníbal Ibarra lo finalizó su vice, Jorge Telerman, el mismo empresario de la noche, hoy funcionario de Daniel Scioli. Hoy, la derecha de Mauricio Macri gobierna la ciudad de Buenos Aires para los mismos intereses sociales que sustentaron la gestión de Ibarra: los empresarios de la noche y el juego, de la especulación inmobiliaria y las contratistas del Estado”.


La jornada concluyó con una movilización de más de seis mil personas hasta el santuario de Once, donde funcionaba Cromañón. Allí se realizó un último homenaje a las 194 víctimas.


Cromañón, nunca más.