Un nuevo caso de abuso policial se dio a conocer en Córdoba el pasado fin de semana. A través de redes sociales, María Jorda contó el accionar represivo de los uniformados contra ella y su compañero, en la localidad de La Falda, cuando volvían de trabajar. La policía los detuvo, reprimió, y amenazó: “no digan nada si no quieren que los desaparezcamos”.

En su testimonio, la Joven afirmó “Estábamos trabajando en los semáforos de Huerta [Huerta Grande] y luego salimos para mí casa. Hicimos un par de cuadras y llegando a La Falda, en las cinco esquinas, calle Güemes, nos para la policía. Eran tres oficiales, nos dijeron que no podíamos estar en la calle. Pero nosotros teníamos que volver a mí casa, entonces nos empiezan a revisar. A mí compañero lo ponen contra la pared, cuando terminan nos dicen que nos van a llevar a la comisaría, a lo que nosotros les dijimos que no, ya que no habíamos cometido ningún delito”. “Al no querer subir al móvil, uno de los oficiales me pega reiteradas veces en la cara, partiéndome tres dientes y dejándome múltiples lesiones. También le pegan a mi compañero en la cabeza, nos llevaron a la comisaría donde nos retuvieron hasta las dos de la mañana. Cuando me devuelven mis pertenencias me faltaban 600 pesos, toda la plata que había hecho con mi trabajo durante el día”, agrega.

El relato de los vejámenes sufridos por la pareja de jóvenes es una expresión de valentía. Puesto que los abusos policiales en el interior de la provincia suelen no difundirse por miedo a las represalias que la policía se toma con quienes cuentan los abusos policiales.

El accionar de las fuerzas represivas del gobierno de Juan Schiaretti se incrementó con la llegada del Covid. En la provincia, quienes gobiernan pretenden imponer un Estado policial, mientras hay personas que mueren de frio en las calles, el Ejecutivo provincial destina más presupuesto para las fuerzas represivas.

La amenaza sufrida por esta pareja se da en momentos que Facundo Castro sigue desaparecido y la causa fue caratulada como desaparición forzada de persona. Además, durante la cuarentena, Walter Nadal fue asesinado por la policía en Tucumán; Florencia Magalí Morales fue muerta en una comisaría de Villa Mercedes, San Luis. Los casos señalados se produjeron en provincias gobernadas por el PJ.

En este marco, desde la UJS venimos impulsando una campaña que parte de la denuncia política a los gobiernos garantes de la violencia policial y el gatillo fácil. En esa perspectiva, levantamos el planteo de fuera Berni, aparición con vida de Facundo, y juicio y castigo a todos los responsables políticos y materiales.

Ante la escalada hechos de violencia policial, llamamos a poner en pie un plenario nacional contra la represión, que discuta y ponga en marcha un movimiento de lucha independiente de los gobiernos. Basta de ajuste y represión.