Libertades democráticas
2/10/1997|559
La impunidad se quiebra, pero aún hay que aplastarla
Seguir
Aunque desde principios de agosto se amedrentaba a los testigos mediante “extrañas visitas, ante el peligro de que alguien se quiebre” (La Nación, 30/8), esto terminó ocurriendo la semana pasada con el alegato del joven Muro, el barman de Clivus, la disco que la ‘sabiduría popular’ tenía marcada como el lugar donde comenzó el calvario de María Soledad. Muro confirmó lo que ya había declarado antes al juez Ventimiglia y que éste ‘borró’, permitiendo las ‘apretadas’ que llevaron a Muro a ‘desmentirse’.
Los encubridores del crimen (comisario Ferreyra) se niegan a declarar, alegando que la causa por ese delito “prescribió”. El ex jefe de la taquería saadista es socio comercial del ‘gordo’ Luque, y su hijo un socio de ‘aventuras’ de Guillermo Luque.
El testimonio de Muro es crucial, porque confirma otros alegatos, como el de Rita Furlan, una testigo que había dicho ya lo mismo que Muro (Clarín, 24/9). La coartada de Luque se ha caído definitivamente (ese fin de semana … había estado en Buenos Aires). Tula no sólo sería el ‘entregador’ de María Soledad, sino compinche del anterior en la organización de las ‘orgías’ y ‘anzuelo’ para la captación de‘jóvenes humildes’.
Lo más interesante es que la cadena de encubrimientos fue más lejos que lo que los padres de María Soledad denunciaron en una jornada memorable del juicio, cuando según Página 12 (29/8) “no se salvó nadie”, entre ellos, todo el poder saadista, Menem, su entonces secretario de justicia, César Arias, el ‘supercomisario’ Patti, etc. Los encubrimientos alcanzaron a la más alta autoridad eclesiástica de la provincia, el obispo Miani, quien “por escrito” —el hombre tiene fueros especiales— no recordó “que haya tenido audiencias especiales sobre la causa”, lo “que chocó con la tajante afirmación en contrario que hizo la hermana Martha Pelloni en varias oportunidades” (La Nación, 25/9) y a quien el ‘prelado’ envió a ‘convento de castigo’ en Corrientes. Otro ‘olvidadizo’ fue el actual gobernador Castillo: sus “respuestas neutras no aportaron nada, excepto confirmar que trata de mantener, al menos públicamente, una desinteresada prescindencia del juicio” (ídem).
Esta gran ‘entente’ de encubrimiento tiene una finalidad. Al mismo tiempo que se finge ‘moralizar’ la vida pública catamarqueña, están en marcha en Catamarca, con el acuerdo de todas las fuerzas políticas patronales, negocios mineros que reclaman ‘estabilidad’ , o sea la ‘descongestión’ de cuestiones políticas ‘conflictivas’ como este caso. Según La Gaceta (24/9) está en marcha ya el estudio de la explotación de oro, cobre y plata del yacimiento de Agua Rica, “el proyecto minero más importante de la Argentina en el mediano plazo, superior aún al de Bajo La Alumbrera”. Y están “otros potenciales emprendimientos en espera” (ídem).
Por otro lado, se encuentra en marcha una ‘entente’ para resolver la elección de los dos senadores por Catamarca que está trabada hace tiempo: “todos —es decir, el gobierno radical-frepasista de la provincia en primer lugar— quieren que termine este pleito político” (ídem). Según el presidente del bloque del Frepaso de la legislatura provincial, “el operativo cierra después de los comicios del 26 de octubre” (ídem). En lugar de ‘Ramoncito’ Saadi entraría su ‘señora’, ‘doña Pilar’, y al mismo tiempo, el justicialismo daría el ‘plácet’ para que entre el hijo de Castillo. “El Frente Cívico y Social pasa en estos días por urgencias políticas … y económico financieras (refinanciación de la deuda pública y emisión de bonos). Para ello necesita el apoyo de los legisladores que le responden a Ramón Saadi, ya que el paquete de leyes requiere los dos tercios de los votos de ambas Cámaras” (ídem).