La Justicia autorizó la filmación y grabación del juicio oral a Brodsky

Ante un pedido explícito del asesor letrado de Jorge Brodsky, doctor Pablo Llonto, en el juicio penal que la patronal de La Prensa (Amalia Lacroze de Fortabat) le sigue a este delegado, sobreseído en tres oportunidades por la Justicia y sin embargo ahora procesado por decisión de la sala V de la Cámara, el juez a cargo de la causa —a diferencia de lo que resolviera en su momento el Tribunal que condenara a Ernesto Gutiérrez, otro trabajador del diario de Amalita acusado de ‘falso testimonio’, en un juicio de características aberrantes, presidido por un ex socio del estudio jurídico de la patronal— resolvió permitir la filmación y grabación del juicio oral y público a sustanciarse.


Esta resolución constituye una clara victoria, en el sentido de que lo que se diga durante las audiencias podrá ser reproducido y repercutir en la conciencia de cientos y miles de trabajadores que, obligados a luchar, podrán tomar clara dimensión de las características represivas con que se instrumenta a este resorte del Estado (la Justicia) para ilegalizar al movimiento obrero y su lucha, y al cual, en forma creciente, se están viendo enfrentados.


El carácter público del juicio servirá para desenmascarar la farsa judicial montada por la patronal videlista, cuyo único objetivo es, ante su evidente hundimiento empresario, amedrentar a los trabajadores para tener las manos libres en cuanto a la resolución futura de la fuente de trabajo. Esto sin perder de vista el carácter ultramontano y fascista de los abogados que tomaron el caso (en el staff figura Roberto Durrieu, secretario de justicia de Videla), que considera una ‘misión’ sentar un ‘leading case’ (caso testigo) contra el movimiento obrero en su conjunto.


El Partido Obrero se empeñará en una campaña sobre los distintos medios de prensa (no sólo cables y FMs alternativas) para cubrir este episodio trascendente de la lucha contra la persecución penal a los más de 600 luchadores del movimiento obrero procesados en todo el país, ya que el caso del compañero Brodsky fue uno de los primeros —sino el primero, desde el punto de vista cronológico—, desde el retorno de la ‘democracia’, en el que una patronal resolvió derivar un conflicto eminentemente gremial al fuero correccional.


Llamamos a las distintas corrientes luchadoras a cerrar filas detrás del reclamo: “Abajo la persecución penal de Amalita Fortabat al delegado del diario La Prensa, Jorge Brodsky”, y a organizar una concurrencia masiva al juzgado correccional en ocasión del juicio oral y público.