“La lucha de Floresta no se puede morir”

Prensa Obrera: ¿Cómo viviste el fallo que condena a Velaztiqui?


Angélica: Eufórica, emocionada y apenada. Apenada porque, en definitiva, si yo me encontraba allí, es porque a quien habían fusilado era a mi hijo.


PO: En los meses previos al juicio, ¿No temiste que a través de maniobras jurídicas se eludiera el fallo de perpetua?


A: Así es. En el contacto con otras madres de víctimas del gatillo fácil, con quienes nos estamos organizando, pude apreciar que en otros casos los juicios duran cuatro o cinco años. Con distintas artimañas, se las ingenian para postergar los juicios o reducir las penas. Muchas veces temí que a nosotros nos pasara lo mismo. Lo que pasa es que yo tuve la ventaja de tener a todo un barrio, a las organizaciones barriales, a los partidos políticos de izquierda, a las organizaciones piqueteras. Todos ellos nos ayudaron y se movilizaron, siempre, para conseguir este fallo.


PO: El tribunal no dio lugar al pedido del fiscal para abrirle causa por falso testimonio a los policías que pretendieron encubrir a Velaztiqui…


A: Sí, pero el fiscal dijo que va a volver sobre este tema, los oficiales volverán a ser indagados. Del mismo modo, va a iniciarse otro juicio a Velaztiqui por tentativa de homicidio, por el otro chico, el que se salvó.


PO: También ha quedado pendiente la represión ejercida desde la Comisaría 43ª después de la masacre…


A: El mismo día de los asesinatos la comisaría 43ª, a cargo de Jesús René, apaleó al pueblo de Floresta. Esta cuestión nunca se investigó, todavía estamos esperando una investigación. Es muy triste que ninguna autoridad política se haya molestado en ver lo que pasó ese día. Después de haber comandado semejante represión, René fue trasladado y hoy continúa trabajando en la policía, detrás de un escritorio.


PO: ¿Cómo seguirá adelante el movimiento de lucha de Floresta, después de la condena a Velaztiqui?


A: El próximo 29 de marzo volveremos a marchar. Los padres de los chicos dicen que será la última marcha, algo así como la “marcha del agradecimiento”. Yo más bien la veo como “La marcha de la victoria”. Pero además, nuestra lucha sigue. No sólo vamos a marchar una vez por año en honor a los chicos, apoyaremos también a todas las madres de las víctimas del gatillo fácil. Pero además, seguiremos las causas que están pendientes. Floresta no se puede morir porque a Velaztiqui le dieron cadena perpetua. Quiero que sean enjuiciados los que ese día me pegaron. Que sean enjuiciados los policías que, durante aquel día, falsearon la verdad, diciendo que los chicos eran “tres cacos”. Mi hijo no era ningun “caco”. No era un activista. Pero está claro que, a partir del momento en que lo balearon, se transformó en un activista, en un mártir de la causa de los derechos humanos.