La Plata: por una gran campaña contra el nuevo Código de ‘Convivencia’ represivo

De los trabajadores y la juventud

Este 9 de octubre, Cambiemos elevará al Concejo Deliberante para su tratamiento el nuevo “Código de Convivencia Ciudadana de la Ciudad”. Este proyecto refuerza la ofensiva represiva que viene llevando adelante el intendente Julio Garro en la ciudad.



Este nuevo Código, reforma del actual Código Contravencional que lo integra con el Código de Nocturnidad, se vale del argumento de mejorar el funcionamiento de la ciudad respecto del uso del espacio público, el tránsito y el cuidado del patrimonio, para profundizar la regimentación social a lxs trabajadores, entre ellxs docentes, estatales, artistas callejeros, manteros y las cooperativas de precarizadxs, y principalmente, a la juventud, que irrumpió en la escena política nacional al calor de la ola verde y la rebelión educativa contra el ajuste de Macri y el FMI, y tuvo un fuerte impacto aquí en La Plata.



El proyecto así apunta contra las manifestaciones populares. Por ejemplo, fija que toda organización que impulse una marcha o acto callejero deberá notificar al municipio 48 horas antes de su realización, y que los manifestantes “deberán trasladarse circulando por las veredas…”, sumado a que el incumplimiento de estas normas implicará para los organizadores multas de 8.500 a 173.000 pesos y/o 30 días de arresto. 



La actividad política está en la mira con el argumento del cuidado patrimonial, como también con la 'limpieza' de la ciudad. Mientras los barrenderos municipales no llegan a los 10 mil pesos y el aumento paritario del gobierno 'Ciudad Limpia' fue del 15%, introducen la prohibición de "la distribución de panfletos en la vía pública", la colocación de "pancartas" salvo la autorización del municipio, y el artículo 63 prohíbe la puesta de pasacalles. Otro intento de ataque a los partidos políticos independientes al régimen estatal, reforzando la ventaja de la monopolización de los medios de comunicación por parte de los partidos patronales.



También, el nuevo código represivo pretende “blindar” de impunidad los atropellos policiales mediantes multas de hasta 346.000 pesos y/o arresto por 30 días para quienes “obstaculicen, perturben o impidan” el ejercicio del poder de la policía municipal. 



El objetivo es “recuperar el poder de policía de la Justicia de Faltas municipal”, creando una alcaldía bajo su sede para efectuar arrestos. Además, se prevé la apertura de un calabozo en el subsuelo del edificio de monitoreo de 48 y diagonal 74 para que los infractores cumplan sus condenas, la prisión preventiva durante una comparecencia, o incluso cuando se los sorprenda “in fraganti”, abriendo la posibilidad a todo tipo de arbitrariedades. 



Este código comprende un nuevo intento de Garro después de querer aplicar en 2016 un código "antipiquetes" que fue rechazado con una fuerte movilización.



Ataques a la juventud y vendedores ambulantes



Esto se da en un cuadro de arremetida que aumenta contra la juventud, que se expresa en la clausura constante de centros culturales (Casa Zaragoza, Club Cultura, Olga Vázquez), a los que el mismo gobierno municipal ha asfixiado económicamente sin otorgarles las partidas de subsidios correspondientes por la ordenanza 11301 para realizar obras de mantenimiento, y que hoy cargan con la crisis del país y el bloqueo en los despachos municipales de cientos de trámites habilitantes. La confluencia de la juventud alrededor de festivales, varietes, y encuentros no dominados por el estado, en momentos donde nuevos sectores de la juventud se incorporan a la vida política del país, puede ser un factor de expansión del clima de bronca popular contra el gobierno, que crece de a la par de la carestía social. "El Mauricio Macri la *uta que te parió" fue un hit de estas concentraciones. 



También está el hostigamiento contra los manteros para echarlos del centro comercial platense y a los que con este código la policía local les podrá incautar “legalmente” la mercadería, lo que ya hacía de hecho.



El blindaje de impunidad de los atropellos policiales, se justifica en el intento de frenar la reacción de la juventud y los vecinos contra estos atropellos contra la cultura, los vendedores ambulantes, muralistas o simplemente pibes perseguidos por “portación de rostro”, y para dar vía libre a las razzias que hoy proliferan en el conurbano de la provincia de Vidal y los intendentes pejotistas.



La juventud y lxs trabajadores tenemos que responder



La situación de la región está ligada directamente a la crisis a las que nos sumerge el gobierno fondomonetarista de Macri y de Vidal. La entrega del país a costa del sudor y lágrimas de la clase obrera y la juventud, ha sido base material de la irrupción del movimiento estudiantil en los últimos meses para defender sus condiciones de estudio, como también la respuesta de diferentes sectores de la clase obrera, como el Astillero frente al vaciamiento de la gobernadora y la amenaza de cientos de despidos. 



Este código de “convivencia” represivo es la traducción local, y en tierras de Vidal, de una democracia de infantería que el gobierno ha desarrollado desde un primer momento.



Desde los centros de estudiantes, sindicatos, organizaciones políticas, de derechos humanos y sociales, debemos desenvolver una enorme campaña contra este Código represivo, lucha que va estrictamente de la mano por derrotar a Macri, los gobernadores y el FMI, que tendrá como parada clave el próximo 24 de octubre en el Congreso cuando pretendan tratar el presupuesto 2019 dictado por el FMI.