Desde que comenzaron las luchas salariales en febrero, el Partido Obrero ha venido reclamando la unidad de acción de los gremios estatales, en la convicción de que solamente así se podría mejorar una pauta salarial que ya se sabía miserable. Era y sigue siendo necesario organizar un gran paro provincial.

La represión brutal de la policía provincial ha vuelto a plantear la unidad de los trabajadores. Las paritarias de la administración central han funcionado de espaldas al único plan de lucha de los empleados públicos, que es el que han venido desarrollando los trabajadores autoconvocados. El extremo de esa situación se ha vivido el viernes 10, en el cierre de la paritaria, con la salida de los representantes sindicales en medio de un concierto de gases y perdigones con el que la policía trataba de dispersar a los manifestantes. Una escena que representa una doble vergüenza: la de un gobierno represor y la aún más humillante de unos dirigentes gremiales subidos a la camioneta de los represores.

Es falso que haya habido incidentes entre distintos grupos de manifestantes. Es falso que hubiera habido algún policía lesionado en el momento en que los manifestantes retiraron parte del vallado al mediodía. Es falso que la policía hubiera recibido alguna agresión antes de la primera andanada de gases y balazos de goma. El jefe policial Hassan trata de reproducir ahora, en compañía del ministro Daniel Sloper, las mentiras de 2007 cuando, en compañía de Daniel Varizat, acusaba a un trabajador herido de haberse "clavado una barreta en el pie".

La miseria, la represión y la mentira deben terminar en esta provincia, empezando por la separación de sus cargos del jefe de policía Hassan y del ministro Sloper, y reabriendo en forma inmediata las paritarias para asegurar un salario mínimo de 7.000 pesos.

Ratificamos el apoyo del Partido Obrero a las luchas de los autoconvocados, los viales y demás gremios en lucha. Reclamamos a toda la dirigencia sindical en general que convoque a un paro general el lunes, para marchar a las 12 a Kirchner y San Martín.