La policía violenta a trabajadores ambulantes en Lanús

Nuevamente contra vendedores senegaleses.

En el marco de un megaoperativo, llevado adelante por alrededor de 50 efectivos de la Policía Federal, la Bonaerense y personal municipal, tuvo lugar la detención arbitraria de 4 vendedores ambulantes senegaleses que se encontraban ofreciendo sus productos en las cercanías de la estación de tren de Lanús, de manera violenta y sin respetar la integridad física de los trabajadores.

Luego de semejante operativo los vendedores fueron trasladados a la fiscalía de Lanús donde rápidamente distintas organizaciones sociales se hicieron presentes para pedir su liberación. Transcurridas varias horas dos de ellos fueron liberados y luego los otros dos, mientras se mantenía una presencia exigiendo su liberación del resto de los detenidos.

Este tipo de ataques a este sector de trabajadores precarizados se repite sistemáticamente, por parte del mismo Estado que no garantiza trabajo genuino para el conjunto de la población. El encono con el que actuó la policía es una muestra del racismo que impera entre las fuerzas represivas.

Ante este hecho repudiable, desde el municipio hubo una lavada de manos, ya que argumentaron que el operativo no fue ordenado por ellos y que solo respondieron a un pedido de apoyo por parte de la policía federal. El gobierno del intendente Néstor Grindetti hace oídos sordos a los reclamos de regularización de la venta ambulante para de alguna forma ponerle fin a estos atropellos.

Está más que claro que esta es otra de las consecuencias que deja la militarización de los barrios y estaciones de tren. La persecución policial es un factor más al que se deben enfrentar diariamente los trabajadores, sumando a todo esto la precarización y falta de respuestas a sus reclamos más genuinos. El trabajo ambulante creció en un 263% en el 2019 por la profundización de la crisis y la desocupación, a lo que debemos sumarle las consecuencias de la pandemia.

Es necesario rodear de solidaridad a los vendedores ambulantes. Se hacen más urgentes que nunca las medidas correspondientes que garanticen un subsidio de 30 mil pesos a los desocupados ante la falta de trabajo, así como poner fin a este tipo de accionar por parte de las fuerzas represivas.