Libertades democráticas
9/9/2024
La trama de corrupción policial que derivó en la muerte de Federico Orihuela
Otro caso de gatillo fácil.
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Foto: Huarpe
El 9 de febrero de 2024, se produjo un hecho criminal que conmocionó a las provincias de La Rioja y San Juan. En una persecución, el policía Ricardo Dante Rodríguez efectuó alrededor de 16 disparos que impactaron en el cuerpo de Federico Orihuela y en el frente y el lateral del camión que este conducía. Federico terminó muriendo luego de unos minutos, después de chocar contra otro vehículo en la Ruta 510.
Para saber cuál fue el origen de la persecución, desde Prensa Obrera entrevistamos a familiares de Federico que, para seguir visibilizando el caso, participaron de la movilización contra el gatillo fácil realizada en la ciudad de Córdoba.
Su hermana Brenda, nos comentó: “Nosotros somos de Chepes, La Rioja. El 9 de febrero a mi hermano lo acribilló la policía en la localidad de Valle Fértil, San Juan. Existe solo una persona presa, Ricardo Dante Rodríguez, pero sus cómplices están en libertad. Mi hermano estaba trabajando con su camión, transportando melones de otro chico que trabajaba en el lugar. La policía lo hostigaba, lo corría de un lugar a otro en el camión. Le pedían coimas para poder transportar los melones. Sufría un hostigamiento constante, y nos decía que era siempre el mismo policía. Esa noche quería volver a Chepes, pero no quería dejar solo al chico de los melones. Esa noche armaron una persecución, que en realidad fue una cacería humana. Le efectuaron 16 disparos. Ninguno dio en las ruedas del camión’”.
La oscuridad envuelve todavía al caso de Federico Orihuela. Solo está detenido Rodríguez, cuando se conoce también la participación de Aníbal Elizondo, junto a otros policías, quienes se encuentran en libertad a pesar de haber participado del hecho. Se sabe que de la persecución tomaron parte varios móviles policiales. La fiscalía acusa a Rodríguez de “homicidio agravado por ser miembro de las fuerzas de seguridad”.
Surgen muchos interrogantes: ¿Los 16 disparos los efectuó solo Rodríguez? ¿Por qué la prensa no hace alusión al hostigamiento previo y al pedido de coimas por parte del personal policial a Federico? ¿No existen otros delitos tipificados en el marco de la persecución y el abuso del arma de fuego por parte del personal policial? ¿Las autoridades policiales están utilizando a Rodríguez como chivo expiatorio, como hacen comúnmente las fuerzas represivas para encubrir sus delitos y garantizar su impunidad? Lo que está absolutamente claro es que estamos en presencia de otro caso de gatillo fácil y que hay que movilizarse para evitar que la Justicia sea cómplice de este atropello.
Juicio a todos los responsables materiales y políticos del crimen de Federico Orihuela. Desmantelamiento ya de los aparatos represivos corruptos que amparan al crimen organizado y asesinan a los jóvenes y trabajadores. Gatillo fácil nunca más.