Las condiciones insalubres de las cárceles de Batán

Los últimos días han circulado por redes sociales videos e imágenes mostrando las condiciones de extrema insalubridad en que viven las personas privadas de su libertad en las cárceles del país, en medio de la crisis sanitaria por la propagación del coronavirus.


Entre los videos se encuentran los filmados por los internos de la Unidad 15 y la alcaldía 44 de Batan, que reclaman medidas de prevención ante el hacinamiento en las celdas y la falta de limpieza e higiene, ya que las actuales condiciones acentúan el riesgo de contraer enfermedades y contagiarse entre la población carcelaria. 


Vale recordar que en las mismas unidades, hace apenas dos meses, los detenidos llevaron adelante una huelga de hambre con estos mismos reclamos, sumado a la denuncia por los abusos de autoridad y la violencia ejercida por el personal penitenciario. 


En la alcaldía 15 no se cumple el protocolo de prevención establecido por el Ministerio de Salud tras el decreto del gobierno nacional que establece la cuarentena obligatoria en todo el país. Además, los internos denuncian que un efectivo penitenciario llegó de España y se reincorporó a trabajar, sin respetar un período de aislamiento ni llevar adelante ningún tipo de medida preventiva, una desidia que pone en riesgo a toda la población carcelaria. 


Mientras tanto, los internos que presentaron síntomas gripales fueron aislados todos juntos en un mismo pabellón dentro del penal, de manera improvisada, sin proveerles siquiera alcohol en gel ni permitirles el ingreso de elementos de higiene enviados por su familia. 



Esta situación es un caldo de cultivo para que las cárceles, uno de los sectores más vulnerables de la población argentina, se conviertan en un foco de contagio y propagación de la pandemia, además de todo tipo de enfermedades. 


Luego de las manifestaciones de la población carcelaria, el ministro de Justicia bonaerense, Julio Alak, prometió que “en el transcurso de la semana se normalice la entrega de insumos requeridos por los médicos del Servicio Penitenciario Bonaerense (mamelucos, barbijos, guantes), por los agentes penitenciarios (lavandina, detergente y guantes) y los internos (artículos de aseo personal)”. Además, autorizó “la continuidad del servicio privado de encomiendas utilizado por familiares de presos alojados en cárceles del interior” (La Nación, 24/3).


Desde el Polo Obrero y el Partido Obrero exigimos que se atiendan los reclamos de las personas privadas de su libertad, y que se abra una investigación sobre el accionar del Servicio Penitenciario, que realizó distintos operativos represivos cuyas consecuencias siguen encubiertas. 


Reclamamos también la conformación de una comisión compuesta por familiares y asociaciones de detenidos y de organizaciones de derechos humanos que controlen que se garantice la entrega de alimentos, medicamentos e insumos sanitarios a todos las unidades carcelarias, que se implementen los protocolos sanitarios y se realicen desinfecciones continuas de los espacios de uso común, que se brinde atención sanitaria y acceso a testeos médicos, además de garantizar cuidados especiales para los grupos de riesgo.