Los operativos de represión de la Policía Federal y la Gendarmería contra trabajadores en lucha incluyen a personal de civil que simula ser parte de la protesta y juega un doble papel, individualizando activistas para ser detenidos en el momento o seguidos a través de una tarea de inteligencia, o directamente jugando un papel provocador. En Página/12, Horacio Verbitsky reveló que una persona canosa de civil, que se paseaba como uno más en la movilización de los trabajadores de Lear del pasado 30 de julio, es el coronel retirado de Caballería Roberto Galeano, un comando de 55 años que estuvo en Las Malvinas, con Seineldín, fue jefe de inteligencia del Cuerpo de Ejército de Córdoba y de Contrainteligencia del Estado Mayor de Ejército. Según el periodista, "la ex ministra de Defensa Nilda Garré lo pasó a retiro y su amigo Berni lo recicló como coordinador de las fuerzas de seguridad" (Página/12, 31/8). La denuncia demuestra hasta qué punto Sergio Berni ha continuado y perfeccionado el Proyecto X, organizado para espiar e infiltrar a organizaciones populares. Está claro que la xenofobia y las expresiones de ‘mano dura', por parte del secretario de Seguridad, constituyen la cobertura de la infiltración y persecución de los movimientos de lucha. Cabe preguntarse: ¿cuántos Galeano están operando clandestinamente en el seno de las movilizaciones que luchan por el salario, el trabajo, las condiciones de vida a lo largo y ancho del país? Disolver el aparato represivo y de inteligencia, anular el procesamiento a los más de 4.000 luchadores, liberar a los presos de Las Heras, derogar el conjunto de la legislación represiva, imponer la destitución de los Berni y los Milani, son banderas de lucha que deben ser levantadas con fuerza.

Ch. R.