Liberan a dos genocidas condenados, en medio de la campaña represiva del gobierno

El objetivo es indultar a las Fuerzas Armadas para meterlas en la represión interna y así garantizar la aplicación del ajuste.

Horacio Losito.

A 3 días de asumido el nuevo gobierno, la justicia ordenó la libertad condicional de dos genocidas. Uno de ellos es el coronel Horacio Losito, un viejo conocido de la familia de la vicepresidenta Victoria Villarruel que contaba con una condena a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad y dos condenas a 25 años dictadas en Corrientes. El otro es Rafael Julio Manuel Barreiro, también condenado a prisión perpetua por los crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado. El Tribunal consideró que los dos represores ya cumplieron dos tercios de la pena y por lo tanto pueden acceder a la libertad anticipada.

La Libertad Avanza viene sosteniendo un discurso negacionista de la dictadura desde la campaña electoral. El objetivo es indultar a las Fuerzas Armadas para meterlas en la represión interna y así garantizar la aplicación del ajuste brutal que traen bajo el brazo, que ya se despachó con una devaluación del 118% y nuevos tarifazos. Sin ir más lejos, la primera expresión de esto es el protocolo “antipiquetes” de Bullrich, que busca barrer directamente con derechos democráticos básicos amparados en la Constitución, como es el derecho a la protesta, y que además dispone de las fuerzas federales para reprimir.

Losito fue condenado por la masacre de Margarita Belén, cuando once presos políticos fueron fusilados y otros cuatro desaparecidos. De esta masacre se cumplieron 47 años el 13 de diciembre, mismo día en que el genocida recibió la noticia de que lo dejaban en libertad. Rafael Julio Manuel Barreiro fue condenado por secuestros, tormentos y asesinatos a perseguidos políticos en el Regimiento de Infantería 9.

Su liberación fue festejada por represores y organizaciones negacionistas como un triunfo y un cambio de época en los juicios por el terrorismo de Estado. En las últimas horas, trascendió que el genocida envió un mensaje con vivas a la libertad –como suele hacer Javier Milei. Otro que se sumó a los festejos fue Carlos Pampillón, dirigente neonazi marplatense presentado como un “patriota” por la diputada libertaria Lilia Lemoine.

En tanto, las víctimas, la Secretaría de Derechos Humanos y la fiscalía se opusieron a la concesión de la libertad condicional de Losito. La fiscalía resaltó que el militar podría obstaculizar la búsqueda de los desaparecidos de la masacre de Margarita Belén que está actualmente en marcha y centrada en hallar los restos de Fernando Pierola, Roberto Yedro y Reynald Amalio Zapata Soñez, ya que se pudo reconstruir que el cuarto cuerpo –el de Julio Andrés Pereyra– había sido arrojado a las aguas del Río Paraná y enterrado como NN en el cementerio de Empedrado, Corrientes (Página12, 19/12/2023).

La libertad de los genocidas podría atentar contra una década de lucha de familiares de víctimas y organismos de derechos humanos, gracias a la cual hoy muchos de ellos están tras las rejas. Hay que volver a las calles de manera urgente para derrotar esos planes reaccionarios, enfrentando el ajuste que está en marcha, la criminalización de la protesta social y el reforzamiento represivo que promueve el gobierno y los capitalistas. Para eso, asistir a la movilización del 20 de diciembre, convocada por el movimiento piquetero y los sindicatos combativos, es fundamental.

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