El pasado 30 de marzo, el Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz ordenó la libertad del compañero Víctor Oñate, delegado petrolero preso desde hace nueve meses. Lo primero que hizo al salir fue declarar que se presentará como candidato para las elecciones gremiales y se reunirá con sus compañeros en Truncado. Luego recibó a una enorme caravana que lo escoltó a su arribo a Las Heras y por las calles del pueblo. Apenas días antes, la campaña por su libertad había alcanzado sus puntos más altos.

La jornada del 24 de Marzo en Pico Truncado se realizó frente a la cárcel donde se alojaba Víctor. Se avanzaba así en una jornada de unidad de clase y se definía el carácter del acto, el cual hacía centro en la denuncia de la política represiva del gobierno K.

Al acto concurrieron unas 400 personas, que protagonizaron un hecho sin precedentes en esa localidad. Unos cien petroleros habían llegado desde Las Heras y otros pueblos. El Congreso de Adosac se realizó ese día en Truncado para asegurar la presencia de todos los congresales en el acto. El Partido Obrero montó una gran movilización desde Caleta Olivia, Las Heras, Los Antiguos y hasta de Río Gallegos. Nuestra columna llevó el ritmo de los cánticos y llamó la atención de todos los presentes.

Fue una jornada vibrante, con micrófono abierto para las organizaciones presentes, que cerró Omar Latini en representación de nuestro partido.

Víctor Oñate se dirigió al acto desde su lugar de detención. Sus palabras se difundieron mediante un gran equipo de sonido -el mismo que horas antes había cubierto el raquítico acto oficial en la plaza, donde se juntaron cuarenta personas.

Canje de rehenes y convenio a espaldas de los petroleros

Sin embargo, la alegría quedó en parte empañada por la detención de Lorenzo, delegado de la empresa de transportes petroleros Figueroa, y la de un trabajador despedido de esa empresa (la que lleva un mes de conflicto), el compañero Arroyo. El juez Quelín, en vísperas de la inevitable liberación de Oñate por el Tribunal Superior, decidió tomar otros dos trabajadores como rehenes de la lucha petrolera actual. La intervención de la Federación, que ha dejado aislado este conflicto y se ha callado ante despidos hormiga en varias empresas, ahora tiene ocupado el local sindical en Truncado por un grupo de despedidos.

El interventor Flaquier ha anunciado la firma, en estos días, del convenio laboral para los petroleros de Santa Cruz, pero toda la negociación se ha hecho a espaldas del gremio. La intervención está en crisis y va a cumplir un año. Contra ella, se ha organizado una agrupación promocionada abiertamente por el gobernador Peralta. Entre las bases hay un gran repudio a estos dos sectores en que está dividida la burocracia. En este cuadro, Flaquier se niega a convocar las elecciones y la tensión va en aumento por las maniobras empresarias derivadas de los roces entre YPF y el gobierno.

El clasismo se ha insertado con firmeza entre el activismo combativo y esto va a tener su correlato en la delegación que viajará a la Conferencia Sindical del PO, el 14 de abril.