El pasado viernes 20 de agosto, Néstor Pitrola y Marcelo Ra­mal, por el Polo Obrero y el Partido Obrero, visitaron en Devoto a los presos detenidos por los episodios del 16 de julio en la Legislatura.

En la diaria que sostuvimos con los compañeros, pudimos constatar el carácter directamente político de estas detenciones. Las únicas “evi­dencias” que maneja la jueza Ramond es la participaron de algunos de los compañeros en la manifesta­ción contra el Código realizada aquel día. Es decir que están detenidos y procesados por haber participado de una movilización callejera. El régi­men de Kirchner, Ibarra y Macri han consumado con estos detenidos la más aberrante de las combinaciones: se ha aplicado las “figuras” del futuro Código Contravendonal -que pretende restringir el derecho a ganar las calles-, pero con las duras andones del Código Penal.

Los compañeros son verdaderos detenidos políticos y sociales. Pero a el penal, ni siquiera gozan de esa medición, ya que están albergados en los pabellones comunes. Ahora,  sabemos a qué se refieren “los Fernández” de Kirchner cuando di­cen que de los piqueteros “dará cuenta la Justicia”: se trata de so­meter a los luchadores al Código Penal, a su Justicia y a sus cárce­les. Tenemos que redoblar la soli­daridad con los presos de la Legis­latura, para quebrar esta tentati­va reaccionaría que apunta contra todo el movimiento popular.

El Bloque Piquetero ha resuel­to colocar la lucha por la libertad de los compañeros entre las principales consignas de la jornada de lu­cha del 25 y 26, al tiempo que se prepara una movilización especial de sus organizadores por la liber­tad de los detenidos.