Los “libertarios” denuncian y la “casta” ejecuta

Marra quiere judicializar a dirigentes piqueteros por ejercer el derecho a manifestarse.

Victoria Villarruel (abogada de genocidas), Javier Milei y Ramiro Marra

El legislador porteño por el frente La Libertad Avanza Ramiro Marra y comerciantes del centro porteño anunciaron este lunes que denunciarán penalmente a dirigentes piqueteros, entre los que se encuentran Juan Grabois y el dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, por los constantes cortes de calles en la Ciudad. Los “libertarios” de Milei llevan la voz cantante de la criminalización de la protesta social y de la persecución al movimiento piquetero, que se extiende a lo largo y ancho de todo el país por parte de todos los sectores políticos, y que quienes gobiernan ejecutan.

La denuncia tiene por objetivo penalizar a los manifestantes por los cortes de calle, enmarcando a la manifestación dentro de un acto delictivo que atenta contra el “derecho a circular”. El absurdo se cae por su propio peso ya que, de darse curso a la denuncia, formaría parte de un ataque al derecho a la protesta que contempla la Constitución Nacional. Pero tampoco les importan los comerciantes, cuya condición actual se debe al ajuste que deprime el consumo masivo y pauperiza los ingresos de los trabajadores, y al que los “libertarios” le allanan el camino.

Marra y Milei defienden los mismos intereses de la casta política que dicen combatir y promueven los mismos recursos fascistas para amedrentar a quienes combaten el hambre y la miseria. La conformación del Movimiento Antipiquetero Argentino, que incita al odio y a la violencia contra los desocupados y los sectores más vulnerables, busca restringir y atacar las manifestaciones contra el ajuste en curso, mostrando a las claras la funcionalidad que representan para sacarlo adelante. De esto da cuenta también la intención de ilegalizar la protesta en la vía pública (plasmado en el proyecto de ley que han presentado en la legislatura porteña).

La detención de Sebastián Copello y Juan Chorolque en el Jujuy de Morales; la imputación de Víctor da Vila por el acampe piquetero de Mendoza, con el gobernador Omar Suárez a la cabeza; la represión en Chaco a quienes reclamaban la apertura de comedores populares; la persecución, por parte del gobierno nacional, a quienes se manifestaron contra el FMI en el Congreso (avasallando incluso el principio de inocencia) dando de baja los planes sociales a quienes suponen que formaron parte de los incidentes, y la denuncia a referentes del Polo Obrero por parte del municipio de Resistencia son algunos de los botones de muestra de las políticas represivas que buscan aleccionar a quienes luchan por sus derechos más elementales, y que lleva adelante el conjunto del régimen político.

Todos estos ataques ponen de manifiesto que el control de las calles es fundamental para imponer el ajuste que ya se desarrolla con una inflación del 6.7% mensual, que liquida salarios y jubilaciones y para eso atacan al movimiento piquetero independiente. Los Milei son la cara más visible de esta campaña, reclamando abiertamente una persecución que la Justicia aplica.

El ataque al movimiento piquetero es un ataque al conjunto del movimiento popular para impedir que salga a defender sus reclamos y forma parte de la ofensiva patronal para hacer pasar el ajuste que viene con el pacto con el FMI: un favor de Milei y compañía para la “casta política”.