Libertades democráticas
18/2/2025
Los métodos de Bullrich contra inocentes por los incendios en la Cordillera
Nicolás Heredia es un preso político de la ministra Bullrich y el gobernador rionegrino. El 19, marcha en Senillosa.
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El gobierno busca un chivo expiatorio ante los incendios en la Patagonia
El vecino de la localidad neuquina de Senillosa, Nicolás Heredia, se encuentra aún detenido en el penal de Bariloche con prisión preventiva mientras se investiga si tiene alguna responsabilidad en provocar focos de incendio en la zona cordillerana cercana a El Bolsón. Su permanencia en una cárcel, en condiciones infrahumanas (debe dormir sobre una colchoneta y prácticamente sentado), donde comparte la celda estrecha con otros detenidos, es un acto de salvajismo estatal-judicial, que busca quebrar la voluntad del detenido. Es una tortura.
El gobierno nacional y el provincial tratan de tapar con algún chivo expiatorio sus propias responsabilidades en el vaciamiento y la inacción inicial que permitieron el desarrollo de los incendios que arrasaron miles de hectáreas en esa zona.
La actuación policial-judicial contra Nicolás Heredia está teñida de los métodos de la ministra nacional responsable de la catástrofe ocurrida. Los gobiernos buscan alguien sobre el que puedan lanzar las sospechas públicas, lo detienen y luego arman las pruebas para justificar el “método Bullrich”.
La “demora” de Nicolás Heredia la hicieron unos “civiles” como dice el expediente judicial, los que avisaron a la policía que lo llevaban a la comisaría. Ninguno de los “civiles” que demoraron a Nicolás lo vio encender fuego alguno, pero como no lo conocían y es portador de cara, actuaron en consecuencia.
Días antes se habían detenido a seis personas acusadas de iniciar incendios en la denominada chacra Palma en El Bolsón, las que luego fueron liberadas por el juez, el que recriminó a la fiscalía por dichas detenciones argumentando que “hay que tener elementos de sospecha suficientes para que el Ministerio Público Fiscal pueda detener a las personas como sospechosas de autoría, no detenerlas para que ellos demuestren su inocencia”. Algo elemental en el derecho penal, aún burgués. Sin embargo el “método Bullrich” es al revés, te detiene y luego el fiscal encontrará las “pruebas” a como dé lugar.
Por eso la situación de Nicolás Heredia es la de un rehén, un preso político del régimen.
Fueron a la caza de nuevos “chivos expiatorios”
Cuando el gobierno tuvo la certeza que los seis detenidos iban a ser liberados porque muchas personas testificaron que eran lugareños que lejos de ser incendiarios, eran combatientes voluntarios de los incendios, Bullrich y el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck necesitaban nuevos detenidos.
Así surgió la demora por parte de “vecinos” de Nicolás Heredia, al cual se sumaron en el mismo momento dos personas más que mas tarde fueron liberadas. El “pecado” de Nicolás es que no era lugareño, sino que estando como turista fue invitado a sumarse como voluntario y así lo hizo por solidaridad. Por lo tanto no tenía lugareños que dieran fe sobre su persona.
Que la detención de estos tres (luego dos liberados) fue una cacería al azar, lo demuestra que ninguno de los testigos y “vecinos” que lo demoraron para entregarlo a la policía puede afirmar que los vio cometer delito alguno. La policía dice que Nicolás llevaba un recipiente con un líquido. Aun si fuera algún tipo de combustible, es parte del equipo que todo voluntario porta para las motosierras y otras tareas. Y en su carácter de turista (estaba en un camping) su demora por civiles en principio, no provocó que se presentara algún familiar a interesarse por su situación (la familia no fue notificada de su detención en forma inmediata), por lo que la policía consideró que había encontrado el culpable perfecto: sin referencias, sin entorno familiar y con rasgos mapuches. Un combo mortal para Nicolás en función de las necesidades acusatorias del régimen.
Y que esto es así, lo podemos apreciar en tres hechos muy objetivos. El primero es que la policía, sin siquiera imputación alguna, difundió y luego se esparció por las redes el rostro de Nicolás, creando en la población local la cara de un enemigo público. Al punto que detenidos oriundos de El Bolsón que comparten la cárcel con él, ya lo han amenazado. La difusión masiva de su rostro fue una campaña orquestada desde “arriba”. Tal como en su momento ocurrió con las primeras seis detenciones.
En segundo lugar porque, como figura en el expediente, la policía de Neuquén ubicó su domicilio en Senillosa y realizó “entrevistas a diferentes lugareños”. Por eso los vecinos de Senillosa donde reside con su madre, y que conocen que se trata de una persona solidaria y honesta se movilizarán esta semana (ver más abajo). No obstante el juez (que conoce este informe desde el 10 de febrero) lo mantiene con prisión preventiva en una cárcel, como los ya condenados.
En tercer lugar porque en el expediente de la causa de Nicolás, aparece un peritaje de suelo y vegetación recogido por la Policía Federal en la chacra de Palma (causa por la que fueron detenidos los primeros seis, luego liberados). Pero se jugaron a encontrar alguna “prueba” que pudiera incriminar a Nicolás en reemplazo de los seis que iban a liberar. Les falló, porque la pericia determina que “no se ha detectado la presencia de líquidos inflamables” en las muestras periciadas.
Es que la intención es ligar el “líquido” que tenía Nicolás con algún foco de incendio. Estamos ante la vulneración de todo derecho del compañero preso.
Habrá movilización este miércoles 19
Convocada por las seccionales Senillosa de ATEN y ATE, se realizó una nutrida reunión Multisectorial, donde se expusieron todas las arbitrariedades de parte de la justicia, la policía y la fiscalía. Incluso como Nicolás no tiene recursos, está en manos del defensor oficial, que prácticamente deja correr todas las tropelías legales del régimen.
La Multisectorial, de la cual participamos como Partido Obrero, resolvió tres acciones que deben dar un vuelco en la situación. En primer lugar se marchará el miércoles 19/2 en la localidad de residencia de Nicolás. Participará de la movilización la madre, quien, como dice en un video (ver aquí), tiene “miedo que lo maten”. La segunda actividad es una nueva movilización en Bariloche que parta desde la cárcel y termine frente a las puertas del juzgado. Y la tercera actividad resuelta es una acción frente a la Casa de Río Negro en la CABA, invitando a organizaciones, diputadas/os y todos los que quieran sumarse.
Esto como arranque de una campaña que libere a Nicolás de las garras de un aparato judicial que dirigen los gobernadores y la ministra Bullrich.
¡Libertad a Nicolás Heredia, preso político de Milei-Bullrich-Weretilnek!
¡Desprocesamiento de todos los acusados falsamente. El responsable es el Estado!
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