En Los Ralos se ha puesto en funcionamiento la llamada “Asamblea del Pueblo”. Su eje es el rechazo al aumento del boleto.

Para Los Ralos, la Asamblea Popular no es novedad. El 2002 empezó con una asamblea de desocupados estafados por el Comisionado Comunal que los dejó afuera de los planes Jefes y Jefes. Y venció. Por esa época nacía también el Polo Obrero de Los Ralos. Hoy tiene bien ganada la confianza de los vecinos.

Todas las decisiones se toman en la Plaza. Todos saben el día y hora en que se reúne la Asamblea. Todos conocen sus resoluciones. Los vecinos se preguntan en la calle qué trató la última, qué resolvió y cuándo es la próxima. Emite comunicados de prensa diarios. Delibera en forma absolutamente democrática. Vota y cumple a rajatabla lo votado. Controla y reprende a sus representantes electos. El método de la asamblea se va puliendo y está pasando las pruebas.

La primera medida votada por la Asamblea fue un corte de ruta por la anulación del boletazo, que reunió a más de mil personas desde las 4 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Casi doscientos compañeros del Polo Obrero aguantaron la hora crítica del mediodía.

Con dos semanas de debates en la plaza del pueblo, ha ido apareciendo un programa claro: vuelta atrás del último aumento y que se revise todo el cuadro tarifario con la participación plena de la comunidad.

Esto abre la perspectiva de que barrios de la capital y otros pueblos del interior, pongan el tema en las plazas y en las calles para que los tucumanos podamos dar el gran golpe al boletazo de Alperovich.

Poner en pie Asambleas para organizar la lucha. Ese es el mensaje de esta historia.