Macri postula a un defensor de genocidas para la CIDH

Se trata de Carlos Horacio de Casas, quien defendió al fallecido represor Enrique Blas Gómez Saa.


Que los dichos de Gómez Centurión en defensa de la dictadura no fueron un derrape "a título personal" sino sintonía fina de la buena con el ideario de Cambiemos es un hecho patente.


La más reciente incursión del gobierno de Mauricio Macri en la materia fue la postulación del abogado Carlos Horacio de Casas para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).


Ocurre que el único paso conocido del letrado en cuestión en el terreno de los "derechos humanos" fue por el otro lado del mostrador: como defensor del represor Enrique Blas Gómez Saa, ex subjefe de Inteligencia de la VIII Brigada de Infantería de Montaña, con asiento en Mendoza. Gómez Saa murió impune, ya que fue declarado "insano" para afrontar el juicio oral. Según su ex defensor, fue "un militar inocente que se enfrentó a la dictadura".


Los sobrevivientes del genocidio y los organismos de derechos humanos no lo consideran así. Denuncian que "el profesor Gómez" –como se hacía llamar– estuvo involucrado en alrededor de 200 casos de desapariciones y torturas cometidos en la región de Cuyo. 


Según una de sus víctimas sobrevivientes, Roberto Vélez –ex militante del PC, secuestrado el 9 de agosto de 1976 y liberado el 24 de diciembre del mismo año–, Gómez Saa “perteneció al núcleo duro de la represión en Mendoza, ya que fue el segundo Jefe de Inteligencia después de Orlando Dopazo, que dependía de Carlos Martínez, el arquitecto del exterminio en la Argentina, brazo derecho de Jorge Rafael Videla” (Letra P, 3/2).


La postulación de Casas para la CIDH se suma a la cadena iniciada con los dichos de Darío Lopérfido sobre la cifra de desaparecidos; a los del propio Macri, que habló de "guerra sucia" –para referirse al genocidio– y de "curro de los derechos humanos"; de las entrevistas del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, con la "activista castrense" Cecilia Pando; y las ya mencionadas declaraciones del carapintada Gómez Centurión, entre otros.


La impunidad de los genocidas se entrelaza con el operativo político impulsado por el gobierno para crear las condiciones para la intervención de las fuerzas armadas en la represión interna, invocando ya sea "la lucha contra el narcotráfico" o el "apoyo logístico" en tareas de asistencia social –un objetivo que también persiguió el kirchnerismo con la designación del genocida César Milani al frente del Ejército.


Preparemos un gran 24 de Marzo en todo el país contra la impunidad de ayer y de hoy.