El martes 10 de enero fue brutalmente golpeada y violada Vanesa, una joven vecina de 18 años del barrio La Milagrosa.

Después de casi veinte horas de indiferencia oficial y policial, los vecinos resolvieron cortar la ruta 40 durante un día entero. Enseguida, los funcionarios policiales y municipales intentaron infructuosamente levantar el corte mediante falsas promesas y, avanzada la noche, mediante extorsiones y chantajes. Ello fue enérgicamente rechazado por los vecinos y familiares, que exigieron muestras concretas de avances en la investigación y la detención del violador, además de los reclamos por el corte de pastizales, la iluminación y el cese de las amenazas de la policía sobre los manifestantes. El corte sólo se levantó al levantarse un acta con un compromiso oficial en relación a la marcha de la investigación. Mientras tanto, los chirolitas del gobierno utilizaban los medios de comunicación para criminalizar la protesta, denunciando a Liliana Díaz y a Fernando Medina, del PO, como responsables del corte de ruta, y amenazando con iniciar acciones penales sobre los vecinos. En vez de hallar a los victimarios, el Estado pretende condenar a las víctimas y a quienes las apoyan en su lucha. En el propio corte, los jóvenes reflexionaban sobre la importancia de luchar y organizarse por una salida propia de la juventud y la clase trabajadora, para que no tengamos que sufrir más de estos hechos aberrantes.

Justicia para Vanesa.