Con un fuerte operativo policial en la madrugada de ayer, los barrios comprendidos entre las calles Doyhenart, Kurth, Polonia y 1° de marzo de Llavallol fueron cercados y cerrados. Se trata de los barrios El Campanario y Los Pinos (conocidos como “Los monoblocks” y “Las casitas”, respectivamente).

La medida justificada como un operativo sanitario y de cuidado frente al Covid-19 fue implementada por el gobierno municipal y contó con la cooperación de autoridades de Nación y Provincia.

El cerco represivo que incluyó el maltrato policial hacia los vecinos impedía que estos pudieran transitar por la periferia del barrio, impidiendo de ese modo la circulación de aquellos que necesitan de las changas diarias para poder subsistir.

Quienes conocen el lugar constatarán que se trata de un barrio que se caracteriza por un elevado nivel demográfico en viviendas chicas, donde muchos de los trabajadores que lo habitan en su gran mayoría carecen de todo lo necesario para atravesar el aislamiento obligatorio.

El despliegue del operativo en todo el perímetro de los mencionados barrios los transformó en verdaderos guetos y según expresaron funcionarios municipales se trataría de un operativo piloto que duraría tres días para luego repetirlo en algún lugar de cuartel noveno.

Con este operativo Martín Insaurralde, cuyo domicilio particular se encuentra en Puerto Madero, blanquea la verdadera cara de la cuarentena administrada de Alberto Fernández por esa razón festejó la incorporación de 100 nuevos policías al distrito. Está claro que el refuerzo no tiene que ver con “cuidar” a la gente de Lomas, sino monitorear y preparar la respuesta represiva para cuando la población se harte del hambre y la miseria.

La política del gueto es la respuesta de este intendente en un distrito con enormes bolsones de pobreza y miseria y a lo que se agregan, en medio de la pandemia, denuncias de agentes de la salud por la falta de elementos esenciales para tratar el virus en centros municipales de atención y al mismo tiempo diferentes organizaciones sociales como el Polo Obrero que denuncian el no cumplimiento de compromisos del municipio en la asistencia alimentaria de algunos barrios.

Con diferentes comunicados, distintas organizaciones gremiales y sociales como la CTA Autónoma y ATE Seccional Gran Buenos Aires Sur, entre otras, manifestaron su rechazo y alertaron sobre una “militarización de las barriadas humildes”.

Desde el Partido Obrero de Lomas de Zamora repudiamos la militarización de los barrios de Lomas de Zamora, y exigimos el retiro de las fuerzas de seguridad y la provisión de alimentos, insumos de limpieza e higiene para los trabajadores de estos barrios.

Que el Ejecutivo municipal grave a las grandes empresas, que en Llavallol son muchas, para financiar un paquete de medidas de emergencia y que los recursos se utilicen para atender esta crisis.