Masacre de Avellaneda: condena firme para Alfredo Fanchiotti

Esta lucha sigue por los responsables políticos


La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó el último intento del ex comisario de la Bonaerense Alfredo Fanchiotti, y confirmó la condena a prisión perpetua por el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, ocurrido el 26 de junio de 2002 en Avellaneda.


En sólo una página, firmada el pasado 29 de diciembre, los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Higthon y Juan Maqueda desestimaron la presentación realizada por el defensor oficial Mario Coriolano contra el fallo de la Suprema Corte bonaerense que, en diciembre de 2014, había confirmado la pena.


El máximo tribunal del país declaró “inadmisible” la queja presentada por la defensa del ex comisario.


Para desestimar el recurso, los jueces se basaron en el artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial Nacional, que no establece la obligación de argumentar la decisión. “El recurso extraordinario, cuya denegación motivó la presente queja, es inadmisible. Por ello, se desestima la queja”, dice la sentencia.


Tenemos este fallo, pero de todos modos no estamos satisfechos porque aún nos falta el juicio y la condena a los máximos responsables políticos de esta masacre. Es decir, de aquéllos que dieron las órdenes de reprimir y matar a nuestros familiares y compañeros. Sus nombres son Eduardo Duhalde (ex presidente de la Nación), Felipe Solá (entonces gobernador de Buenos Aires y actual diputado nacional), Juan José Alvarez (ex secretario de Seguridad Interior de la Nación), Alfredo Atanasoff (ex jefe de Gabinete y actual diputado nacional), Jorge Vanossi (ex ministro de Justicia nacional), Aníbal Fernández (ex secretario general de la Presidencia), Jorge Matzkin (ex ministro del Interior de la Nación), Luis Genoud (ex ministro de Seguridad bonaerense) y Oscar Rodríguez (ex vicejefe de la Side). Carlos Soria (ex jefe de la Side) murió impune, asesinado por su esposa pocos días después de haber asumido la gobernación de la provincia de Río Negro por el Frente para la Victoria.


En estos 13 años y siete meses llevamos una lucha por justicia y no podemos pasar por alto la confirmación de esta única condena a unos pocos responsables de la masacre de Maxi y Darío y las graves heridas que sufrieron decenas y decenas de compañeros en esa represión criminal que involucró a la policía Bonaerense, la Federal, Prefectura, Gendarmería y la ex Side. La causa federal iniciada por Mabel, nuestra mamá, para investigar la cadena de responsabilidades, no avanzó un centímetro en estos años. La impunidad y el encubrimiento en torno de los responsables políticos fueron el sello de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.


Hace pocos meses, por primera vez fueron llamados a declarar los ex funcionarios de la municipalidad de Avellaneda. Relataron cuáles fueron las órdenes “de arriba” que dispusieron los preparativos de la masacre. Sus testimonios dejaron mucha tela para cortar, pero la inacción posterior nuevamente nos dejó en claro la completa falta de voluntad política y judicial para investigar este crimen de Estado contra el pueblo.


Seguiremos reclamando, como desde hace casi 14 años, el castigo a todos los responsables políticos y materiales. Nuestra lucha sigue.


Maxi y Darío, presentes. Ahora y siempre.