Masiva audiencia pública por el desprocesamiento de Vanina Biasi

En defensa de la libertad de expresión y del pueblo palestino

Foto: @ojoobrerofotografia

Este lunes 25 se desarrolló -en el salón San Martín de la Legislatura porteña- una multitudinaria audiencia pública por el desprocesamiento de Vanina Biasi, dirigente del Partido Obrero y legisladora porteña electa del Frente de Izquierda, quien se encuentra imputada judicialmente por pronunciarse contra el genocidio del pueblo palestino. En un fallo escandaloso, la Sala 1 de la Cámara Criminal y Correccional Federal acaba de confirmar el procesamiento dictado previamente por el juez federal Daniel Rafecas, en una causa que tiene como querellantes a la Daia (Delegación de Asociaciones Israelitas de la Argentina) y a una operadora mediática del sionismo, Romina Manguel.

El gran arco de organizaciones obreras, políticas, de derechos humanos, de la cultura, de la comunidad árabe y judía, de las mujeres y diversidades que estuvo presente muestra hasta qué punto ha calado esta campaña contra la persecución. Hicieron uso de la palabra -además de Vanina- Adolfo Pérez Esquivel (premio Nobel de la paz), Liliana Alaniz (Apel, abogada de Vanina), Norman Briski (actor y director), Carlos Lordkipanidse (Encuentro Cachito Fukman y Encuentro Memoria, Verdad y Justicia), Tilda Rabi (Federación de Entidades Argentino Palestinas), Abdallah El Tibi (residente palestino en Argentina e integrante del Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino), Ismael Jalil (abogado y miembro de Correpi), Lorena Pokoik (diputada nacional de Unión por la Patria y titular del grupo parlamentario de apoyo a Palestina), Myriam Bregman (candidata a diputada nacional del PTS-Frente de Izquierda por la ciudad de Buenos Aires), Mercedes Trimarchi (legisladora porteña de IS-Frente de Izquierda), Celeste Fierro (dirigente del MST y legisladora porteña electa del FIT-U), María Elena Naddeo (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, APDH), Nina Brugo (Campaña Nacional por el Derecho al Aborto), Natividad Obeso (Amumra, grupo de mujeres migrantes), Ramiro Giganti (Anred) y Gabriel Solano (legislador porteño y dirigente del Partido Obrero).

Además, estuvieron presentes Néstor Pitrola (diputado nacional electo por la provincia de Buenos Aires del FIT-U), Christian Castillo (diputado nacional PTS-Frente de Izquierda), Juan Marino (diputado nacional de Unión por la Patria), Victoria Montenegro (legisladora porteña de Unión por la Patria), Rodolfo Aguiar (secretario general CTA Autónoma), Daniel Catalano (ATE Capital), Ileana Celotto (AGD-UBA), Francisca Staiti (secretaria general Conadu Histórica), Agustín Lecchi (secretario general Sipreba, sindicato de trabajadores de prensa), Eduardo Belliboni (dirigente del Polo Obrero), compañeros de la Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan, del INTI, el INCAA, Sebastián Rodríguez (Comisión Interna de la gráfica Morvillo), Amanda Martín (secretaria adjunta de Ademys), Tito Nenna (UTE), Pablo Eibuszyc (Lista Granate Blanca de telefónicos, minoría de la Comisión Directiva de Foetra), Andrea D’Atri (legisladora porteña PTS-Frente de Izquierda), Luis Zamora (exdiputado nacional), Juan Carlos Capurro (Comité de Acción Jurídica), Judíes por Palestina, la Gremial de Abogados, Unidad Popular, Centro Islámico, Larisa Kejval (directora de la carrera de Comunicación Social de la UBA), Gabriel Sivinian (Cátedra de Estudios Palestinos de Filo-UBA), Susana Rearte (Redes), Asamblea de Familiares de Víctimas de Femicidios y Desaparecidas por la Trata, Vientos del Sur, Asociación de Mujeres Unidas Migrantes y Refugiadas de Argentina (Amumra), y el Plenario de Trabajadores Jubilados, entre muchísimos otros. Enviaron adhesiones numerosos artistas (Thelma Fardin, Laura Azcurra, Alejandra Flechner, Andrés Mangone, Patricia Barone y Javier González, entre otros), periodistas (Martín Suárez, Fernando Borroni, Candelaria Botto y Luciana Bertoia, entre otros), organizaciones y referentes políticos (como Hijos Capital y Claudio Lozano). Además, el plenario de ocupados y desocupados del 16 de agosto, con mil activistas sindicales, votó su solidaridad con Vanina, Alejandro Bodart y todos los perseguidos por denunciar el genocidio.

En la apertura de la audiencia, Vanina destacó que, a pesar de las diferencias políticas entre los presentes -incluso en lo que se refiere a las posturas sobre Palestina- hay una coincidencia en la defensa de la libertad de expresión y en la denuncia del genocidio que sufre el pueblo palestino. Denunció el plan de ocupación de Gaza por parte del Estado de Israel, los crímenes en las filas de reparto de ayuda humanitaria, la persecución judicial en Argentina (que, además del procesamiento de Vanina, incluye los casos de Alejandro Bodart, la docente Ana Contreras, el jubilado chaqueño Daniel Vera y los hermanos Salomón, entre otros), y los fallos de los jueces que se amoldan a los requerimientos del sionismo. Para finalizar, llamó a “ganar a un pueblo a la lucha para que Netanyahu no pueda pisar suelo argentino”, en referencia a la invitación que el gobierno de Milei le cursó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre quien pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad.

Alaniz, abogada de Vanina, se explayó sobre los fundamentos de los jueces para procesar a Vanina. Refutó el planteo que asocia toda crítica al Estado de Israel con el antisemitismo y dijo que el hecho de que estos magistrados (Rafecas, Bruglia y Bertuzzi) intervinieran en el pasado en causas por delitos de lesa humanidad bajo la dictadura hace más escandalosos sus fallos actuales. “No pueden hacerse los desentendidos de lo que significa un genocidio”, apuntó. También cargó contra los argumentos del juez Llorens, de la misma cámara que Bruglia y Bertuzzi, quien, insólitamente, planteó que, aunque fuera admisible el planteo de que antisionismo y antisemitismo no son equivalentes, el contexto de las redes sociales -en las que Vanina emitió los mensajes judicializados- hace responsable a la emisora de su eventual interpretación errónea. Un planteo que conduce a la auto-censura y un límite muy serio a la libertad de expresión.

Pérez Esquivel denunció la complicidad con el genocidio por parte de Estados Unidos, los Estados europeos y grandes empresas, recordando, respecto a esto último, el informe elaborado por la relatora especial de la ONU, Francesca Albanese. “La guerra para muchos es negocio; para los pueblos, en cambio, destrucción de sus vidas”, dijo.

“Luchar por el pueblo palestino es luchar por nuestra propia dignidad”, lanzó Norman Briski, quien rememoró la masacre contra los pueblos originarios en Argentina y el Holocausto como otros genocidios. En el mismo sentido, Lordkipanidse, sobreviviente de la Esma, sostuvo que “un genocidio es un delito que ofende a toda la humanidad, y por más que Palestina quede lejos nos tiene que doler en lo más profundo de nuestros corazones”.

Tilda Rabi concentró su intervención en el ataque a las mujeres y las niñeces en Gaza, y recordó también el plan de colonización en Cisjordania, donde hay cientos de muertos desde octubre de 2023 y se anunció hace pocos días la construcción de un asentamiento israelí que cortaría el territorio en dos, con una carretera de uso exclusivo para los colonos. Abdallah El Tibi, cuya familia se encuentra en Gaza, informó la gravedad del bloqueo israelí y la urgencia del ingreso de ayuda humanitaria, debido a la falta de medicamentos y productos de primera necesidad. A su vez, criticó la llamada solución de dos Estados que promueven algunos Estados europeos y países árabes. “No aceptamos un Estado que mata a nuestros niños”, explicó, y defendió una Palestina única y libre, del río hasta el mar. Jalil denunció que “el poder judicial (argentino) está colonizado por el sionismo”, con fallos que son un “copy and past” de los argumentos de la Daia. Y agregó que “para pelear por Palestina hay que pelear contra el capitalismo, el racismo y toda forma de supremacismo”.

Pokoik, que estuvo acompañada por otros diputados del bloque de Unión por la Patria, planteó que la causa palestina tiene en común con la Argentina que son dos pueblos que han luchado contra la colonización (recordó Malvinas). Respecto al procesamiento contra Vanina, dijo que “es un fallo netamente político que busca meter miedo”. Y, aunque se mostró partidaria de la solución de dos Estados, dijo que Israel no cree que sus vecinos tengan derechos.

Myriam Bregman, en tanto, señaló que “una de las etapas fundamentales de un genocidio es su legitimación”, lo que explica la persecución contra aquellos que lo denuncian. Introdujo el caso de Anasse Kasib, dirigente del grupo Revolución Permanente de Francia, que, al igual que Vanina y Bodart en Argentina, es perseguido judicialmente por su pronunciamiento contra el genocidio. Por último, repudió la presencia de Alejandro Fargosi -un verdadero antisemita- en las listas de La Libertad Avanza.

Mercedes Trimarchi, legisladora porteña, apuntó que el alineamiento del poder político con el sionismo se verifica también en que la firma israelí de aguas, Mekorot -que priva de ese recurso vital a los palestinos- asesora a Aysa y numerosas provincias argentinas. Celeste Fierro, legisladora electa, llamó a movilizarse masivamente el sábado 30 contra el genocidio y la visita de Netanyahu a la Argentina, en la convocatoria del Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino (de Congreso a Plaza de Mayo).

Naddeo, de la APDH, informó que junto a otros organismos de derechos humanos presentaron un pedido para que se detenga a Netanyahu si pisa suelo argentino, dada la orden de captura en su contra de la CPI. Y denunció la doble vara de la justicia argentina, que no intervino ante ninguno de los ataques mediáticos del gobierno contra periodistas, el movimiento LGTBI, la izquierda, etc. Brugo, de la Campaña por el Derecho al Aborto, planteó que “la marea verde venció y Palestina vencerá”. Natividad Obeso, de Amumra, transmitió su solidaridad con Vanina y explicó la lucha de su organización contra el decreto antimigrantes de Milei. Ramiro Giganti, de Anred, se refirió a un aspecto clave del genocidio: los 286 periodistas asesinados, en un intento deliberado por silenciar la masacre. En el cierre de la audiencia, Solano señaló que “mientras haya un régimen de explotación y opresión, habrá genocidios”, y tenemos que enfrentarlos.

La masividad y representatividad de la audiencia es un indicio del crecimiento de la causa palestina en Argentina, a pesar de la persecución política y judicial y el alineamiento con el sionismo del gobierno de Milei y de los principales referentes políticos de la oposición.No al genocidio y a la persecución contra quienes lo denuncian. Este sábado 30, volvamos a ganar las calles.