Libertades democráticas
4/11/2004|875
Masiva huelga de hambre en Caleta
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Marcela Constancio, Selva Sánchez y Elsa Orozco, las compañeras presas en Caleta Olivia por reclamar trabajo, llevan siete días de huelga de hambre. Se han sumado a la medida los otros tres presos varones -Mansilla, Iglesias y Perancho-, que formaron parte del grupo de valerosos piqueteros que obligó a las petroleras a entregar puestos de trabajo. Pero también Cintia Darco, una detenida acusada por delitos comunes que ha hecho causa común en la lucha contra el hostigamiento de la Policía y la complicidad de la “Justicia”.
Marcela y sus compañeras y compañeros han llegado a una huelga de hambre frente al trato ignominioso en los lugares de detención, un trato que va desde el encarcelamiento junto a presos comunes (lo “que ya ha puesto en peligro su salud física”), la limitación de las visitas a niveles exasperantes tratándose de madres con muchos chiquitos, la casi prohibición del uso del teléfono, "limitado exclusivamente a una hora diaria, mientras que al resto de internos se les permite el usufructo del servido desde la mañana a la noche”, y hasta "hostigamiento psicofísico a las personas (en especial a las de sexo femenino) por parte del personal responsable”. (Lo entrecomillado corresponde a la denuncia presentada ante el juez el 27 de octubre.)
El juez, advertido de esta situación, no ha tomado una sola medida elemental de cuidado de los detenidos, porque actúa al servido de las petroleras, que son las que gobiernan Santa Cruz.
El PO denuncia una campaña destinada a quebrar a las compañeras y compañeros presos en Caleta, para desmoralizar al movimiento de lucha que ha arrancado más de 2.000 puestos de trabajo en la provincia y que es una referencia para el conjunto de la clase obrera.
Los luchadores de Santa Cruz han dado dos lecciones que no deben ser desaprovechadas. Una, la de crear trabajo mediante la acción compulsiva contra los capitalistas. Otra, la de defender la dignidad del luchador y del preso social frente a la masacre social que se opera detrás de las paredes de una cárcel.
No a las condiciones de detención de las presas y presos de Santa Cruz. Libertad a todos los presos. Llamamos a una doble jomada de movilización: el 16, de Avellaneda a Plaza de Mayo y en todo el país; el 20, en el extremo sur, en la Segunda Marcha hacia Caleta Olivia desde todas las localidades de Santa Cruz y Chubut por la “libertad a los presos por pedir trabajo".