Massar Ba: un operativo de impunidad

Asesinato de Massar Ba, representante de la comunidad senegalesa


A dos semanas del asesinato de Massar Ba, dirigente de la comunidad de Senegal y activista por los derechos de los inmigrantes africanos, la fiscalía aún no había ordenado la autopsia. Massar fue muerto a golpes el 7 de marzo en Balvanera.


La primera versión fue que el cuerpo desfigurado del activista africano fue encontrado por la policía en las calles México y San José, a la madrugada. Pero a esta altura ya no se sabe si eso fue así; la única certeza es que la policía lo llevó moribundo al hospital Ramos Mejía.


La causa está llena de irregularidades. “Pasaron treinta horas desde que fue atendido por los médicos hasta que la policía inició una investigación por los golpes (…). Se le dio tiempo a quienes hicieron esto para ocultar evidencia”, dice Florencia Mazzadi, de la Asociación Cine Migrante, que integra la mesa de Cumplimiento efectivo de los derechos humanos de los migrantes (Cosecha Roja, 21/3).


Las organizaciones reclaman que la muerte del dirigente senegalés sea investigada como posible caso de racismo y de violencia policial.


La Agrupación Xangó, Todos por Mandela, Sociedad Caboverdana, Africa Vive y la Asociación de Residentes Senegaleses en Argentina (de la cual Massar era su dirigente, asociación que reclama ser tomada como querellante) junto con numerosas asociaciones de derechos humanos, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Hijos Capital y el CELS se movilizaron a la Fiscalía Nº 7, a cargo de Justo Rovira, quien se limitó a decirles que “todas las hipótesis de investigación están abiertas” (Diario Z, 16/3).


Massar Ba, licenciado en Ciencias Políticas, llegó a la Argentina en 1995. “Era un referente y activista antirracista. Su muerte se da en el marco del recrudecimiento de la violencia contra migrantes y vendedores ambulantes por parte de la policía”, dijo tajantemente Christian Gruenberg, coordinador del programa Contra la Violencia institucional del Ministerio Público de la Defensa (Télam, 21/3).


Claramente, tiene un fuerte asidero la sospecha de la Asociación. El 12 de agosto pasado, Massar Ba fue uno de los organizadores de la masiva movilización de vendedores ambulantes senegaleses a la Legislatura porteña, donde denunciaron abusos por parte de la Policía Metropolitana, situación que recrudeció en los últimos meses, según ellos mismos denuncian.


Los maltratos incluyen redadas y allanamientos en la madrugada a las casas de vendedores, sin ningún tipo de orden judicial. Han denunciado que “hasta les falta dinero luego de los allanamientos” (Diario Z, 13/8/15).


Abdoulaye Gothé, vocero de la movilización, fue contundente: “La mayoría de nosotros vivimos en Buenos Aires y sufrimos por culpa del gobierno, ya que el abuso policial es permanente, en forma cotidiana con violencia y amenazas. A las 5 ó 6 de la mañana vienen a sacarnos de nuestras camas, del baño, nos roban la plata y luego nos acusan de hechos que no son ciertos. La prueba está en que muchos a esa hora rezan, muchos somos musulmanes. Somos gente trabajadora, no robamos, no tomamos alcohol ni nos drogamos. Los inmigrantes africanos somos tímidos o no entendemos el idioma muchas veces, pero venimos a la Argentina buscando una vida mejor y nos ganamos la vida trabajando” (Diario Z, 13/8/15)


El Estado se muestra como un engranaje indispensable para garantizar la impunidad.


Por el inmediato esclarecimiento del asesinato de Massar Ba.


Por una comisión investigadora independiente que garantice el esclarecimiento del caso.