Libertades democráticas
5/10/2024
Matías Santana a su casa
Dictaron prisión domiciliaria al referente mapuche.
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Fuente imagen: Puel Aukache
“(…) Debemos tener en cuenta que el nombrado pertenece a una de las comunidades indígenas, por lo que hay que tener especial consideración.
En ese sentido, menester es recordar que: ‘los Estados deben adoptar medidas especiales y específicas destinadas a proteger, favorecer y mejorar el ejercicio de los derechos humanos por los pueblos indígenas y tribales y sus miembros. La necesidad de tal protección especial surge de la mayor vulnerabilidad de estas poblaciones, dadas las condiciones de marginación y discriminación históricas que han sufrido, y del nivel especial de afectación que soportan por las violaciones de sus derechos humanos.
Esta obligación estatal positiva de adoptar medidas especiales se acentúa mayormente cuando se trata de los niños y niñas o de las mujeres indígenas, puesto que su nivel de vulnerabilidad es aún mayor”.
Con estas palabras y algunas más el juez de cámara otorga a Matías Daniel Santana la prisión domiciliaria; y todo es alegría por lo menos por un rato porque en los tiempos en los que se vive los ataques y persecuciones son permanentes.
Pasaron siete meses y cuatro días de aquella detención en Bariloche que aún continúa porque, al igual que otras mujeres mapuches más que están condenadas, él seguirá preso, en su casa, pero preso.
Ninguna novedad, es decir, que el pueblo Mapuche es perseguido, estigmatizado, ninguneado, etc. por muchos gobiernos, más aún por el actual.
Parece que estamos dentro de la trama de una película donde hay un Sr. pseudo tirano que gobierna con un plan para perseguir, atemorizar, crear falsos enemigos: los pueblos originarios y todo el que luche.
Y va a llegar un momento en esa película en que el pueblo entero se canse de tanta injusticia; de tanta falta de empatía, de tanto desquicio frente a la necesidad de los oprimidos.
Volviendo al mundo real de lo que pasa acá, aquí y ahora, Matías Santana se va para su casa y se festeja con sabor a victoria y si bien la lucha continúa, tiene más sabor a esperanza.