Mendoza fue escenario de una muerte en una comisaría, la de Natalí Cardozo. Como tantas veces, la versión policial dice que la víctima se habría suicidado. Familiares, vecinos y amigos de Natalí se manifestaron, junto a organizaciones sociales y activistas, bajo la consigna “nadie se suicida en una comisaría” frente a la Comisaría 61 de Fray Luis Beltrán, en el departamento Maipú, donde la mujer apareció muerta el 10 de septiembre después de haber sido detenida. Allí exigieron justicia y el esclarecimiento del hecho.

Natalí, “Natix Antix” para sus amistades, fue arrestada el lunes 11 de septiembre y llevada al Hospital El Sauce; posteriormente se la trasladó a la Comisaría de Rodeo del Medio; de ahí nuevamente fue enviada al nosocomio, y de ahí a la Comisaría de Fray Luis Beltrán, según reconocen desde la Inspección General de Justicia. Su madre denunció públicamente que mientras trataba de averiguar la situación de su hija le informaron que se había suicidado. No pudo hacer una autopsia antes de velarla y ni la policía ni la Justicia le informan que pasó realmente con Natalí.

En ese marco, y en medio de numerosas denuncias por el esclarecimiento del caso, además de la movilización frente a la comisaría, también se realizó este jueves un festival frente a la Legislatura de la provincia en el que se exigió justicia. Decenas de artistas y activistas se reunieron para denunciar la responsabilidad del Estado y que nadie se suicida en una comisaría .

En un comunicado distribuido por familiares y compañerxs de Natalí, se resalta que “Natix Antix fue una compañera y amiga siempre presente en las calles de Mendoza y de todo Latinoamérica; habitando desde la autogestión y con el punk como filosofía de vida, tejiendo redes de macramé mientras caminaba el mundo. Escribía poemas, tocaba el bajo y la guitarra, y se encontraba organizando colectas de libros destinados a apañar a seres privadxs de su libertad. Y siendo atravesada siempre por una maternidad disidente, acompañaba los procesos de muches amigxs y conocidxs neurodivergentes, y habitando su propia neurodivergencia”.

“Nosotrxs, lxs amigxs y allegadxs a Natix creemos que es necesario destacar la horrorosa muerte de nuestra amiga en el marco de la avanzada represiva de la ultraderecha, con peligrosos discursos de odio, impunidad de las fuerzas de seguridad y la reivindicación de la última dictadura cívico-militar y eclesiástica. Sin olvidar que la provincia de Mendoza lleva un prontuario de muertes en comisarías y a manos del personal policial en distintas situaciones”, dice también el comunicado.

Finalmente, señala “responsabilizamos al Estado Nacional, al gobierno de la provincia de Mendoza bajo el mandato de Rodolfo Suárez, al Ministerio de Seguridad de la Provincia de Mendoza a cargo de Raúl Levrino, al director de la Policía de Mendoza Marcelo Calipo, a la directora Marcela Prado responsable del Hospital Psiquiátrico “El Sauce” y a todo este sistema represor que nos asesina todos los días”.

Es claro que el gobierno de Mendoza y el ministro de Seguridad son responsables de esto, ya que avalan el reforzamiento de los aparatos represivos y la legitimación de su actuar. Además, defienden un estado de cosas en el que las comisarías se convirtieron en verdaderos centros de tortura, donde los detenidos están hacinados y en condiciones deplorables.

Por otro lado, rechazamos la criminalización de las personas neurodivergentes y reclamamos la triplicación del presupuesto de salud. Es urgente aplicar un plan que permita un abordaje integral y respetuoso de las personas neurodivergentes.

Desde el Partido Obrero nos sumamos al pedido de rápido esclarecimiento del hecho y exigimos justicia por Natix. Nadie se suicida en una comisaría.

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