Merlo: detenidos realizaron motín contra el hacinamiento y fueron reprimidos por policías y gendarmes

El intendente Menéndez y la Secretaría de DDHH, así como los gobiernos nacional y provincial, deben dar respuestas.

Los detenidos en la comisaría 3ª del Parque San Martín, en la localidad bonaerense de Merlo,  comenzaron anoche un motín que concluyó esta mañana, luego de la represión de policías y gendarmes.


Todo comenzó cuando se resistieron a que ingresen a un nuevo detenido a las celdas, debido a que no se tolera más el hacinamiento: la cantidad de los presos duplica la capacidad de las mismas. “Hicimos el motín porque estamos pasando hambre, no nos pasan ni un pan, no nos dejan pasar la visita, estamos sin agua y sin luz. El lugar es para 14 y somos 26, hasta usamos el baño para dormir. Con la gorra está todo mal, nos tratan como perros. Hoy nos pasaron un solo paquete de fideos, no es humano. Somos delincuentes pero tenemos derechos”, declaró uno de los detenidos, quien afirmó también que los policías los golpean y restringen las visitas a los familiares (Página 12, 5/1).


Los presos señalaron que la policía los reprimió con gas pimienta y balas de goma (ídem). El operativo represivo incluyó el despliegue de agentes de la Policía Bonaerense (del Grupo Halcón, el Grupo de Apoyo Departamental y el Comando de Patrullas de Merlo) y de Gendarmería.


La única “solución” al conflicto fue derivar a quienes encabezaron el motín a otras dependencias.


Avanzada represiva


Ante la barbarie que sufren los detenidos y la juventud en los barrios frente a los atropellos por parte de la Policía, el intendente Gustavo Menéndez (PJ) y la Secretaría de Derechos Humanos del municipio han decidido responder con el reforzamiento del aparato represivo: en diciembre de 2016, Menéndez puso en actividad la Policía Local que le fuera habilitada por la gobernadora María Eugenia Vidal.


Este creciente despliegue represivo está al servicio de atacar las luchas contra el ajuste, y trae como consecuencia el aumento del delito organizado (del que las fuerzas son parte protagónica) y del gatillo fácil. En agosto de 2017, se dio a conocer el asesinato de los adolescentes Agustín y Nazareno, quienes fueron acribillados con armas reglamentarias, dando cuenta de que se trata de un caso de gatillo fácil; si bien todo indica que fueron agentes de la zona (locales o bonaerenses), los autores del crimen siguen siendo desconocidos, por el miedo de los vecinos a declarar.


Como parte de este cuadro de atropellos, las comisarías en Merlo (como en tantos lugares) funcionan como centros de tortura. Es lo que denunció María Viera, madre de Fabián Gorosito, quien fue detenido de manera ilegal y torturado junto a sus amigos en reiteradas oportunidades hasta ser asesinado por policías de la comisaria de Mariano Acosta –gracias a la lucha de los familiares y amigos uno de los policías fue condenado pero aún quedan policías cómplices que no recibieron condena. Las comisarías en Merlo están para destruir física y moralmente a los detenidos, haciéndolos un blanco fácil para el delito organizado.


Llamamos al pueblo de Merlo a organizarse de manera independiente del Estado y los partidos patronales para terminar con esta barbarie. 


-Desmantelamiento de las fuerzas represivas


-Apertura de los libros de las comisarías


-Basta de causas armadas y detenciones arbitrarias


-Basta de gatillo fácil


-El Estado es responsable