Cerca de 600 personas se convocaron en la plaza de La Carbonera, Merlo Norte, en un festival de bandas convocado por Nancy Sosa, la mamá de Ismael Sosa. Se cumplía un año del asesinato de su hijo en manos de la policía de Córdoba.

 

En el festival se repitieron las consignas que venimos levantando hace un año: justicia por Ismael, basta de represión e impunidad policial, basta de gatillo fácil, pero la consigna que toma mayor preponderancia hoy día es la de reapertura de la causa inmediatamente. El fiscal Carballo cerró la causa a fines de diciembre con la carátula de “accidente”.

 

Tocaron Krosty de Limones, Sindicato Mono, 3R Conciencia, Setenta, Barrios Bajos, Fieras vagantes y La viciosa. Una enorme cantidad de artistas que no querían faltar en esta causa. Por eso Nancy decidió no marchar la tarde del domingo, para darle prioridad al festival. Se resolvió convocar la marcha para la vuelta de la feria judicial en febrero. El jueves 11 de febrero, a las 17 horas, en el Obelisco, pasando por el Ministerio Público Fiscal (para exigir la reapertura de la causa a la procuradora general de la Nación), a la Casa de la Provincia de Córdoba.

 

En su discurso, Nancy informó que el sonido y escenario del festival habían sido cedidos por la Municipalidad de Merlo tras su insistencia y perseverancia, pero que ella quería “expresar (su) necesidad de mantener(se) independiente políticamente de aquéllos que provienen del mismo signo político que ayer (le) dio la espalda”.

 

Y Nancy finalizó con una clara delimitación política: “Esta es una lucha en el marco de los derechos humanos, antirrepresiva, por la defensa de la vida de los pibes, contra el abuso policial. Yo no quiero más policías en las calles si van a salir a matar pibes. La inseguridad se resuelve de otra manera, con más dinero en el empleo, escuelas, hospitales y cultura”.