Movilizamos frente al Congreso para repudiar la represión en Andalgalá

Fede Imas Ojo Obrero Fotografía

Este jueves 5 movilizamos al Congreso Nacional para repudiar la represión en Andalgalá. Desde las 17 horas se empezaron a hacer presentes organizaciones, activistas y luchadores frente a las puertas del edificio. Y es que en la noche del martes se desarrolló una brutal represión en Choya, cerca de la mina Agua Rica, buscando imponer el avance del proyecto minero Mara. Además del rechazo a la represión reclamamos la libertad de Karina Orquera, detenida tras la represión, y el desprocesamiento de los compañeros imputados por luchar contra la megaminería en Chubut.

La violencia policial es el método que el gobierno de Raúl Jalil encuentra para avanzar con la megaminería en la provincia, que contamina con cianuro los ríos, destruyendo el acceso al agua de pueblos enteros y causando severos problemas de salud. La resistencia popular se enmarca en medio de las grandes luchas que se vienen desarrollando en defensa del ambiente en todo el país, porque la agenda extractivista es una política de Estado entre el gobierno nacional y los gobiernos provinciales.


Tanto es así que el bloque de diputados del Frente de Todos sacó recientemente un comunicado criminalizando la movilización popular y avalando la represión, acusando a los vecinos que se organizan en defensa del lugar que habitan y hasta de sus propias vidas de “grupo minoritario violento”.

 

 

Como saldo de la represión resultaron heridos varios compañeros, amén de la detención de Karina Orquera, que en el mediodía de este jueves fue liberada tras ser indagada en fiscalía. Como no podía ser de otra manera, un grupo de luchadores se hace presente en las puertas para repudiar esta avanzada y estos atropellos.

En tanto, vecinos se movilizan también en otras zonas, como Esquel, en apoyo a los vecinos de Andalgalá. La jornada hoy en las puertas del Congreso es un gran paso para quebrar el avance del proyecto, recogiendo la experiencia del Mendozazo, el Chubutazo o el Atlanticazo para movilizar hasta derrotarlos.