Neuquén: crímenes de La Escuelita, el fallo de la impunidad

Penas irrisorias para los genocidas.


Este viernes se conoció la sentencia del cuarto juicio por los crímenes cometidos en el campo de concentración “La Escuelita” durante la dictadura. 


 


El tribunal –integrado por Alejandro Silva, Guido Otranto y Marcos Aguerrido– condenó a Oscar Reinhold a prisión perpetua; a Jorge Di Pasquale, Jorge Molina Ezcurra, Sergio San Martín a 10 años de cárcel; a Osvaldo Laurella Crippa y Raúl Guglielminetti, a 8 años; a Gustavo Vitton y Alberto Camarelli, a 6 años; a Hilarión de la Paz Soza, Saturnino Martínez y Jorge Alberto Sosa, a 4 años; y a Emilio Rozar, a 3 años. Enerio Huircain, Enrique Sires, Gustavo Sommer y Julio Héctor Villalobo fueron absueltos.


 


Tras escuchar las condenas, la bronca estalló en la audiencia por lo bajo de las penas. El tribunal ni siquiera especificó si las mismas debían ser cumplidas en cárcel común o en prisión domiciliaria. 


 


El juicio se inició el 9 de diciembre del año pasado y se juzgaron los casos de 28 víctimas, de las cuales 14 permanecen desaparecidas. Declararon un centenar de testigos. 


 


La fiscalía había solicitado penas de prisión perpetua para el ex Jefe de Inteligencia del Comando de la Sexta Brigada de Montaña, con sede en Neuquén, Oscar Lorenzo Reinhold y para el ex jefe de Personal de esa unidad militar, Luis Alberto Farías Barrera, apartado del proceso por razones de salud. Para los demás imputados, solicitó condenas que iban de los 25 a los 12 años. Por su parte, las querellas también reclamaron penas mucho más severas, incorporando los delitos sexuales y de genocidio.


 


Desde un primer momento, la intencionalidad del tribunal fue desmovilizar al público expectante y a los organismos de derechos humanos y partidos de izquierda que se movilizaron, ya que recién 24 horas confirmaron la hora de la lectura. 


 


La Madre de Plaza de Mayo de Neuquén, Ines Ragni, expreso su bronca tras la lectura de la sentencia. “Hace 40 años que caminamos las calles de Neuquén. Tantos lugares recorrimos, con la esperanza de saber qué carajo hicieron con nuestros hijos. ¿Dónde están? Eso queremos saber. Este tribunal les dio a los asesinos una miseria de años. Tienen que ir a la cárcel con perpetua. Vamos a seguir en la calle porque queremos justicia. Necesitamos jueces que tengan los pantalones para decir la verdad. No estoy triste, porque voy a seguir hasta mi último día. Tenemos que aprender a estar juntos, separados no conseguimos nada".


 


Juan Cruz Goñi, querellante de la APDH, calificó de “irrisorias” las penas. “La perpetua de Reinhold –dijo– queda opacada por la impunidad otorgada a un sistema criminal que actuó con división de roles pero con idénticos objetivos”. 


 


La batalla contra la impunidad continúa, en los Tribunales superiores y en las calles, por prisión perpetua, común y efectiva para todos los genocidas.