Niegan la extradición de Astiz

La monja Leonie Duquet

La identificación del cadáver de la monja francesa Léonie Duquet ocupó la primera plana de todos los diarios.


Con otro cadáver identificado (ya suman 230), Kirchner podrá seguir alimentando su campaña de “verdad y justicia” y hasta presentarse como un “progresista”.


Kirchner aprovechará esta identificación para que pase a un segundo plano el conjunto de su política al servicio del gran capital y la represión a los que luchan.


Pero la utilización de la identificación del cadáver de la monja Duquet en este operativo político es particularmente perversa. Duquet, como la monja Alice Domon y Azucena Villaflor, fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, fue secuestrada por Alfredo Astiz. Astiz fue condenado en Francia a cadena perpetua por este crimen; si fuera extraditado, debería pasar el resto de sus días en prisión.


Todos los gobiernos argentinos, desde 1984 hasta aquí, se negaron a extraditar a Astiz. También se negó Kirchner, que al comienzo de su gobierno tomó la determinación de no autorizar la extradición de ni uno solo de los represores de la dictadura. Gracias a Kirchner, Astiz sigue salvándose de la cadena perpetua.


Para esto sirve el “operativo memoria” de Kirchner.