El martes 22 de abril, la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, trató la declaración de repudio a la sentencia contra los diez trabajadores de Las Heras condenados por los sucesos ocurridos en el marco de una huelga contra el impuesto al salario y la tercerización en 2006. Cuatro de ellos a cadena perpetua por el homicidio del oficial Sayago y otros seis por coacción agravada y lesiones, por su participación en la pueblada de 7.000 personas que reclamaba la liberación de un delegado detenido frente a la comisaría donde sucedieron los hechos, en un juicio plagado de irregularidades y arbitrariedades que tiene el objetivo de aleccionar a los trabajadores del petróleo.

En la comisión expuso la doctora Claudia Ferrero, de Apel, abogada de algunos de los imputados, quien en diez minutos detalló no solo los apremios y torturas sufridas por imputados y testigos, sino cada principio constitucional, penal y procesal que se vulneró en relación con los derechos de los mismos y dio origen a esta aberrante condena.

Al comparar el caso con el de Sacco y Vanzetti, obtuvo una sonrisa de sorna de algunos de los asesores, deteniéndose entonces a hacer un paralelismo de las pruebas con que fueron condenados estos y las pruebas de los condenados de Las Heras, demostrando en forma inapelable la arbitrariedad de la sentencia.

Casi sin preguntas, la comisión resolvió solicitar el texto de la sentencia y tratar nuevamente el tema para concluir en un dictamen.