“No puedo respirar”: la policía de Tucumán asesinó nuevamente

Un nuevo caso que se suma a la desaparición seguida de muerte de Luis Espinoza, hace unas pocas semanas.

El día miércoles al mediodía, Wálter Ceferino Nadal de 43 años murió en un operativo policial en el que participaron seis agentes de la fuerza. Al igual que George Floyd en Estados Unidos, Nadal gritaba “no puedo respirar” mientras uno de los policías sostenía la rodilla sobre su nuca al mismo tiempo que le decía “no seas cagón”.


Los informes policiales aseguran que Nadal falleció de un infarto mientras era llevado a la comisaría 1° (a metros de Casa de Gobierno) por sospechas de un robo, del cual no hay ninguna denuncia ni información. Según los agentes, mientras era trasladado Nadal advirtió que se sentía mal, y cuando cambiaban su rumbo hacia el Hospital Padilla, falleció. Sin embargo, trascendió en las últimas horas que la autopsia determinó que el hombre murió de asfixia.


El mes pasado, Luis Armando Espinoza, un trabajador rural de 31 años, fue desaparecido y asesinado por la policía en el paraje de El Melcho. La responsabilidad y amparo de esta fuerza corrompida de punta a punta asciende hasta Manzur y el ministro de Seguridad, Claudio Maley, quien salió a declarar que en el caso de Nadal estaría justificado el asesinato porque tendría antecedentes.




La policía provincial tiene un largo prontuario de abusos, atropellos y casos de gatillo fácil. Es la policía que asesinó a Facundo Ferreira de 12 años, a Ismael Lucena, a Miguel Reyes Pérez, que encubrió el crimen de Paulina Lebbos y la que, durante la cuarentena, se encargó de hostigar y reprimir en los barrios. Las únicas acciones que desde el gobierno toman cuando trascienden estos casos, es trasladar a los implicados y nombrar nuevos comisarios mientras mantienen una estructura atravesada por la corrupción.


Desde el Partido Obrero en el FIT-U nos solidarizamos con la familia de Nadal y nos ponemos a disposición para llevar adelante las acciones de lucha para exigir justicia por él y cárcel a los responsables. ¡Fuera Maley! Desmantelamiento del aparato represivo. El Estado es responsable.