Libertades democráticas
21/10/1987|203
Ciudad Oculta
Operación rastrillo del alfonsinismo
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Ciudad Oculta es, como muchas otras villas, un gran barrio obrero. Allí, en el corazón de Mataderos, viven más de tres mil familias trabajadoras, en viviendas que han levantado con sus propias manos.
En la madrugada del miércoles, la policía de la democracia, la de los Balmaceda y los Salinas, irrumpió violentamente en la villa y la allanó casa por casa, familia por familia.
La democracia fondomonetarista, la de Alfonsín, Cafiero, Alsogaray y Alende toma, día a día, un sesgo abiertamente represivo contra los trabajadores, para imponer los planes de miseria y entrega ante el creciente repudio popular. Por ello se han empeñado en sostener y ascender a los genocidas del proceso militar.
Prensa Obrera entrevistó al compañero Rubén Morán, radicado con su familia desde hace treinta años en Ciudad Oculta, ex presidente de la Junta Vecinal y candidato a concejal municipal por el Partido Obrero. Estas son sus denuncias y sus reflexiones sobre el brutal operativo policial contra Ciudad Oculta.
Prensa Obrera: ¿Cómo fue el operativo?
Rubén Morán: Empezó a las 4 de la mañana. Rodearon todo el barrio con carros de asalto, perros, lanzagases y guardias de infantería, alrededor de 1500 efectivos. A las 6 de la mañana, empezaron a golpear las puertas, se metían en las casas y revisaban todo. Si la casa estaba cerrada o tardaban en atender rompían la puerta. Hace treinta años que vivo aquí y me hicieron acordar a la época de los milicos.
Nos trataron a todos como a delincuentes. Pateaban las puertas y entra-ban gritando “¿Dónde están las armas y la droga?”. En ningún momento mostraban orden judicial, ni tenían chapa identificatoria.
Decían que venían a buscar ladrones, pero los ladrones fueron ellos: a muchos vecinos les robaron dinero o artefactos. A algunos que se resistieron al afano, les pegaron.
Prensa Obrera: ¿Cuántos detenidos hubo?
Rubén Morán: Se llevaron unos 200 vecinos, casi todos trabajadores, muchos extranjeros y mujeres. Fue indignante, detenían a la gente que salía para ir al trabajo. Hoy, sobre 200 detenidos, sólo quedan 2 ó 3, lo que demuestra que eran todos gente de trabajo. Por otra parte, no pudieron descubrir ningún arsenal ni drogas ni pasacassettes.
Prensa Obrera: Vos estuviste entre los detenidos, ¿cómo los trataron?
Rubén Morán: Nos tuvieron 3 horas parados en un cuartel de motos. Después nos metieron en camiones celulares, los doscientos en tres camiones y nos tuvieron ahí 3 horas y media más. Sin aire, sin agua, algunos se desmayaron, pero no abrieron. Después nos llevaron a la Seccional 48° y nos fueron largando recién al otro día.
Prensa Obrera: ¿Cómo reaccionó el barrio?
Rubén Morán: Con mucha indignación y bronca por las detenciones e intimidaciones a gente de trabajo. El miércoles a la noche del barrio salió una columna que marchó hasta la 48a a reclamar la libertad de todos nosotros. También hay bronca porque el presidente de la Vecinal salió a justificar y a defender la represión. Esa no es la opinión de toda la Junta y mucho menos la del barrio.
Prensa Obrera: La policía argumenta que aquí hay rateros y ladrones. ¿Cómo pensás que hay que terminar con eso?
Rubén Morán: La policía es la menos indicada para hablar de eso, cada día descubren un nuevo policía implicado en algún curro. Por otro lado, ellos los conocen bien, los tienen fichados y no necesitaban traer 1500 efectivos para detenerlos.
Los propios vecinos también los conocemos. La forma de terminar con los rateros es la autoorganización. Aquí al lado, en el Barrio Transitorio se ha formado una Comisión de vecinos para prevenir y resguardarse de los ladrones. Es el mejor método, en el Transitorio se terminaron los robos.
Prensa Obrera: ¿Qué reflexión política sacas de esta razzia?
Rubén Morán: Decían que venían a hacer un censo, ¿necesitaban perros y lanzagases para censarnos? Ese no es el motivo. El gobierno y los diarios quieren hacer aparecer al barrio como una cueva de ladrones para justificar las razzias. El fondo político del operativo es amedrentar a la población trabajadora para aplicar tranquilamente los planes del FMI. No es casual que sea en Oculta, que siempre ha estado a la cabeza de la organización de los villeros, ni que el operativo haya sido al día siguiente del anuncio del nuevo plan de hambre del gobierno. Con operativos como éste, la policía se está preparando para enfrentar al pueblo.
Prensa Obrera: ¿Cómo se para este malón?
Rubén Morán: Como siempre, con la movilización y la organización. Es necesario convocar una asamblea y un acto aquí en Ciudad Oculta, convocando a todas las villas, comisiones vecinales, partidos, organizaciones de derechos humanos para repudiar a la represión y al gobierno que la sostiene.