El miércoles 17 de octubre, el intendente de Merlo, Raúl Othacehé, nos comunicó telefónicamente -por medio de su secretario de Gobierno- que "la posición oficial del Municipio es no colaborar de ninguna manera" con la autorización para un festival público por justicia por Mariano Ferreyra. El principal argumento para semejante posición fue que la campaña era impulsada por el Partido Obrero, el cual, políticamente, está en la "vereda opuesta".

No olvidemos que, hace pocas semanas, fue agredida por una patota de cuño oficial una marcha que se hizo contra el intento de demolición de una casa de 'tareas' de la dictadura. Otacehé se coloca aquí también contra Mariano y a favor de la patota de Pedraza. No hay que olvidar tampoco que sigue con su política de intrigas (a través de volantes y afiches apócrifos o sin firma) contra el Partido Obrero, al que acusa de incendiar el ferrocarril Sarmiento y otras acusaciones falsas que personeros del gobierno nacional en su momento lanzaron en defensa del accionar de la familia Cirigliano. El PO ha accionado judicialmente y ha desnudado la falsedad de aquellos ataques, mientras que los Cirigliano han sido procesados por robarse fondos públicos en detrimento del servicio ferroviario y la vida del pueblo trabajador del Oeste. ¿Cómo Othacehé no iba a salir en contra de la campaña contra una pata fundamental de esa asociación mafiosa que es la burocracia de Pedraza? La lucha por Mariano Ferreyra es la lucha contra la patota y los gobiernos que la defienden. Allí se inscribirá el esfuerzo del Partido Obrero por llevar adelante un gran festival Cultural en Merlo por Justicia por Mariano Ferreyra.