Otro muñeco quemado: Patria Grande le lava la cara a Milani


La quema del muñeco del genocida jefe del ejército César Milani junto al de Hebe de Bonafini en la marcha del 23 de marzo en La Plata, abrió el debate en varias organizaciones gremiales, a partir de la defensa de HIJOS La Plata por parte de la Multisectorial, de la que el PO es parte desde su formación.


El ataque del kirchnerismo contra las fuerzas de izquierda, bajo la tentativa de contrarrestar la enorme movilización popular que llenó Plaza de Mayo y distintas plazas del país el 24 de marzo, por la destitución y juicio a Milani, tuvo en la ciudad a Patria Grande como el principal gestor K, en las organizaciones sindicales como la Fulp, la junta interna de ATE Educación, y la Multisectorial entre otras.


 


En la Federación universitaria directamente Patria Grande sin ningún debate previo con la conducción, de la que formamos parte la UJS y la Cepa, sacó un comunicado repudiando “la agresión a nuestra compañera Hebe…”. Además de una usurpación del órgano sindical de los estudiantes, lo que ya en sí es grave, la impronta de Patria Grande osa en nombre del “amor” atacar a nada más y nada menos que a hijos de desaparecidos.


 


Pero el derrape pro-kirchnerista no culminó allí.


 


La Multisectorial elaboró un documento defendiendo a todas las organizaciones que la conforman, y denunció el operativo distraccionista del gobierno para no discutir lo importante, que, en definitiva, es lo que trazaría una política verdadera en la defensa de los derechos humanos, a saber: la destitución inmediata de Milani a cargo del ejército. Esta declaración unitaria contó con la firma de casi todas las organizaciones políticas, salvo la de Patria Grande, quien a partir de allí, comandados por una impronta nunca vista cuando se trata de impulsar las reivindicaciones genuinas de los trabajadores, fue a dar pelea en cada órgano (en los que tienen representaciones minoritarias), para que se retiren las firmas de los organismos apoyando el documento en defensa de HIJOS La Plata.


 


No hay denuncia alguna en la declaración de Patria Grande a la cooptación política por parte del gobierno de Madres de Plaza de Mayo, ni crítica alguna a la política de derechos humanos del gobierno nacional, quien viene siendo denunciado por todas las organizaciones de derechos humanos de la ciudad, comenzando por la tenaz lucha que llevamos adelante por la aparición con vida de Jorge Julio López, de la que ni el gobierno ni Madres han participado, por el contrario, han sido cómplices de la impunidad del caso.


 


La declaración de Patria Grande es una enorme lavada de cara a la política de Madres y Abuelas, quienes según sus palabras “nos enseñaron a miles de jóvenes a encontrar la justicia desde el amor…”. No hubo tal amor en boca de Bonafini cuando dijo que Julio López se había ido a la casa de una tía el día que desapareció, o cuando deslizó la posibilidad que el testigo López era un “servicio”, ni la hubo durante estos nueve años de lucha en las que izquierda y los organismos de derechos humanos no cooptados por el gobierno, no hemos obtenido ni una sola pista de su paradero.


 


La manifestación de HIJOS 


La Plata, a través de la quema de los dos muñecos, según sus propias palabras: “…es la afrenta a la lucha de todos estos años que significa haber visto a Hebe Pastor de Bonafini abrazada, reporteando, sosteniendo y justificando al genocida César Milani, partícipe del genocidio en el caso del colimba Alberto Ledo, en el Operativo Independencia, en el caso de los Olivera (padre e hijo) y en tantos otros casos que están surgiendo y que lo muestran como activo partícipe del plan genocida”. Pero en este cuadro, Patria grande ha decidido una vez más colocarse en la vereda de los K, es decir de los Milani.


 


Más que nunca el Partido Obrero de La Plata redoblará sus esfuerzos en todos los espacios donde damos la pelea, en Justicia Ya! y con nuestras abogadas de Apel, en la agrupación HIJOS, y desde cada lugar sindical y estudiantil, por la apertura inmediata de todos los archivos de los servicios de inteligencia, por la destitución de César Milani.