El kirchnerismo y el macrismo hicieron un pacto para traspasar al gobierno nacional, por un lapso de 30 años, el usufructo de las tierras de la ciudad de Buenos Aires donde existieron centros clandestinos de detención.

El kirchnerismo quiere estos predios para usufructuar la lucha llevada adelante por 38 años, por víctimas y organismos de derechos humanos.

En el caso de la Esma, proyectaron una “resignificación” del Casino de Oficiales de la Esma -el edificio central del campo de exterminio- para transformarlo en una celebración del relato oficial. Ante la oposición generalizada a este disparate, la Secretaría de Derechos Humanos intentó obtener una autorización en la Justicia, lo que fue impedido por la apelación que interpusimos con la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. Además, como este proyecto necesita contar con la aprobación del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) -y sabiendo que no se lograría-, ahora pretenden disolverlo. Esta es la razón del acuerdo entre Jorge Capitanich y María Eugenia Vidal.
El jueves 24 estalló una nueva crisis en el kirchnerismo, esta vez en la Legislatura de la Ciudad, cuando el intento de votar la liquidación del IEM fracasó por la presión ejercida por trabajadores y personalidades de derechos humanos.

No al traspaso, no a la usurpación de la memoria. Ningún despido en el IEM. Por una comisión electa entre sobrevivientes, familiares y organizaciones populares y de derechos humanos.

Liliana Alaniz (Apel)