Para luchar contra la droga es necesaria una política revolucionaria

En el campamento de verano de la Unión de Juventudes por el Socialismo, uno de los puntos más debatidos fue el desarrollo cada vez más creciente del consumo de drogas en la juventud.


Los compañeros, muchos de ellos militantes de la UJS en las barriadas más explotadas del Gran Buenos Aires y de la Capital, denunciaron que el consumo de marihuana, cocaína, vino, etcétera; está destruyendo física y socialmente a la juventud. En muchos casos, los jóvenes son incorporados a la red de distribución como pasadores menores.


Los punteros políticos o la propia policía tienen bajo su control el circuito de distribución de drogas. Se trata de un negocio que mueve millones en todo el mundo (aproximadamente 500 mil millones de dólares anuales), que al mismo tiempo le permite tener embrutecida a una parte de la juventud, sobre todo a la más explotada.


Estamos, por lo tanto, frente a una política capitalista de carácter mundial. Los jóvenes pagan con su vida el negocio del ‘lavado’ de dinero del Citibank y de la gran banca. Las campañas oficiales “contra la droga” son muy eficaces para reprimir a los jóvenes, pero no para detener su avance.


Es necesario combatir la penetración masiva de la droga para defender a la juventud de su destrucción física y moral.


Legalización


¿Servirá para este fin su legalización, es decir su libre producción y comercialización? Los que opinan a favor señalan que esta legalización mejoraría la calidad de la droga y reduciría las consecuencias físicas negativas de su consumo.


Pero la legalización tiene sus limitaciones insalvables. Las drogas legales son tan perniciosas como las ilegales. La‘legalidad’ del vino reduce su costo y facilita su adquisición. Ultimamente se ha incrementado en forma fantástica el consumo de psicofármacos legales, que pueden adquirirse en una … farmacia. Los pulpos farmacéuticos funcionan como cualquier empresa capitalista, creando un mercado para la venta de sus mercancías, es decir fomentando la adicción.


La lucha contra la droga debe atacar las causas sociales que llevan a su producción indiscriminada y a su consumo. Es la desocupación masiva, la superexplotación, el derrumbe de la enseñanza pública, la destrucción de la familia obrera, en definitiva, una vida sin presente y sin futuro, lo que lleva a la juventud a la droga. Es la presión económica del capitalismo, de sus mafias y punteros. La lucha contra la droga forma parte de la lucha contra el capitalismo y contra toda forma de explotación y degradación.


Organizar a la juventud


Una de las conclusiones más importantes del campamento de la UJS es que para luchar contra el capitalismo de la droga hay que organizar integralmente a la juventud (en las barriadas, colegios y facultades). Organizarla políticamente para luchar contra los capitalistas y su Estado y por el conjunto de las reivindicaciones de los explotados. La organización es además una escuela de socialismo, la preparación de una nueva humanidad. La juventud puede crecer y desarrollarse, madurar sin caer en las trampas del sistema, conservando su cuerpo, su conciencia y su moral para luchar contra el capitalismo.


El campamento de la UJS fue, en ese sentido, una experiencia extraordinaria que demostró que esto es posible. Casi 150 compañeros, además del curso de formación teórica, organizaron campeonatos de fútbol, de vóley, fiestas, etc. No es casualidad, entonces, que lo que más destacaron la mayoría de los compañeros al momento del balance fue la integración social conseguida.