Las palabras de Silvia Torigino, presidenta del Consejo Escolar de Pergamino, el día en que se retiró una placa de la última dictadura ubicada en la escuela 17, han suscitado el repudio generalizado de toda la comunidad educativa.

Las declaraciones de Torigino, que dijo “ni vivos ni muertos, desaparecidos”, recuerdan a las del propio Rafael Videla y se inscriben en una línea política más general del PRO y Cambiemos. El ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, afirmó que no fueron 30 mil los desaparecidos, el propio Mauricio Macri adujo que se trató de una “década violenta” y planteó así una especie de teoría de los dos demonios. Se trata de una orientación de la que habló Iván Petrela: la verdad (por la apertura de los archivos) a cambio de la justicia (acabar con los juicios a genocidas). Es el horizonte que fijó el editorial de La Nación el día siguiente de la victoria macrista y que generó el repudio masivo de los trabajadores. Y que niega la lucha de 40 años de los organismos de derechos humanos y organizaciones de izquierda y populares por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

Desde el Partido Obrero rechazamos las palabras de la presidenta del Consejo Escolar y pedimos su inmediata renuncia.

No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.